La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha apremiado este viernes a los líderes republicanos y demócratas estadounidenses para que alcancen un acuerdo y eviten el 'abismo fiscal' "tan rápido como sea posible".

   En una entrevista concedida a la cadena británica BBC, Lagarde ha advertido de que la incertidumbre está minando la economía global, razón por la cual Estados Unidos tiene el deber de "tratar de eliminar dicha incertidumbre y duda tan rápido como sea posible".

   "Estados Unidos tiene un liderazgo económico en el mundo, (el dólar es) una divisa en las reservas internacionales y un paraíso seguro", ha subrayado Lagarde.

   En esta tesitura, Lagarde ha emplazado a los republicanos y a los demócratas a que limen sus diferencias y "protejan y garanticen que dicho liderazgo perdura" erradicando cualquier incertidumbre sobre Estados Unidos.

   "Estados Unidos representa el 20 por ciento de la economía global. Si Estados Unidos sufre como resultado del 'abismo fiscal', una completa exterminación de su crecimiento (se producirá) y tendrá repercusiones en todo el mundo", ha añadido.

DIVERGENCIAS

   Las conversaciones entre los republicanos y los demócratas continúan enquistadas, sin que se cosechen avances en el principal escollo que torpedea un acuerdo: quiénes se verán afectados por la subida de los impuestos.

   La disyuntiva a la que se enfrentan es prorrogar las exenciones fiscales para todos los contribuyentes, incluyendo a los ricos --como reclaman los republicanos-- o sólo para los que ganan menos de 250.000 dólares anuales (192.500 euros), como propugnan Obama y los demócratas.

   El Gobierno y los legisladores estadounidenses --demócratas y republicanos-- están obligados a llegar a un acuerdo antes del próximo 31 de diciembre, cuando expiran las exenciones fiscales aprobadas durante el Gobierno de George W. Bush.

   De sucumbir al "abismo fiscal", el 1 de enero de 2013 entrarían en vigor, en virtud de un automatismo, una serie de impuestos --cuya cuantía total asciende a 600.000 millones de dólares (462.000 millones de euros)-- que llevaría a la economía estadounidense a otra recesión.

   Los republicanos serían los más perjudicados políticamente en caso de que finalmente el país caiga en el 'abismo fiscal', según las encuestas publicadas en las últimas semanas.