Por ahora mantendría mayoría para formar gobierno con su bloque de partidos aliados de extrema derecha y ultraortodoxos
El ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu lidera el recuento en Israel con en torno al 80 % de los votos escrutados, y por ahora mantendría mayoría para formar gobierno con su bloque de partidos aliados de extrema derecha y ultraortodoxos.
Según los datos del Comité Electoral Central, que ha contado unos 3,8 millones de sufragios de los comicios de ayer, el partido derechista Likud de Netanyahu sería primera fuerza con unos 31 asientos, y tendría una amplia mayoría de 65 escaños para volver al poder con el apoyo de los ultraderechistas de Sionismo Religioso (14) y de las dos formaciones ultraortodoxas (20).
A la espera de que el escrutinio sea más amplio, el bloque anti-Netanyahu que lidera el actual primer ministro en funciones, Yair Lapid, está por ahora muy por debajo, y la amalgama de fuerzas de derecha, centro e izquierda que encabeza se quedaría con 50 escaños, aunque esto podría cambiar a medida que avance el escrutinio en localidades de corte más liberal o claves para el voto árabe.
El partido centrista de Lapid, Yesh Atid, seguiría como segunda fuerza con unos 24 escaños, pero la formación aliada izquierdista Meretz no supera por ahora el umbral del 3,25 % de votos para obtener representación. Esto restaría al bloque anti-Netayahu 4 escaños.
Por otro lado, el partido árabe Balad está también cerca de llegar al umbral electoral mínimo, aunque por ahora no lo alcanza. Junto con Meretz, si este partido al final obtuviera representación parlamentaria podría modificar de nuevo la correlación de fuerzas.
Los sondeos a pie de urna difundidos anoche tras el cierre de los colegios electorales en Israel daban una mayoría mínima de entre 61 y 62 escaños al bloque pro-Netanyahu, mientras que los partidos contrarios a que el ex jefe de Gobierno vuelva al poder se quedaban con entre 54 y 55 asientos.
Tras estas encuestas, Lapid se mostró anoche muy cauto durante su discurso en la sede electoral de Yesh Atid, donde instó a esperar a "contar hasta la última papeleta" antes de sacar conclusiones.
"Esta noche se prolonga durante dos días. Hasta que no se cuente la última papeleta, nada está terminado ni cerrado. Esperaremos, aunque no tengamos paciencia, los datos finales", afirmó el jefe del Ejecutivo en funciones.
Por su parte, el ambiente era más optimista en la sede del Likud de Netanyahu, que celebró estar "al borde de una gran victoria", aunque pidió cautela hasta que las cifras sean definitivas.
Israel celebró este martes 1 de noviembre sus quintos comicios en menos de cuatro años, y busca salir de la parálisis política y del círculo vicioso que le ha llevado a una ronda electoral tras otra desde 2019.