Voluntarios de la ciudad ucraniana de Odesa, a orillas del mar Negro, están reuniendo ayuda para los soldados ucranianos y miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial y rezan para que haya tormentas que eviten el desembarco del enemigo ruso en la costa.
"Nosotros, los voluntarios, abrimos un centro humanitario en el centro de Odesa en la calle de uno de los fundadores de nuestra ciudad, (el duque de) Richelieu. Los alimentos y la ropa de abrigo se traen aquí sin parar, trabajamos las 24 horas", dijo a Efe por teléfono la voluntaria Inga Kordinóvskaya.
"Luego distribuimos todo a los defensores de la ciudad", explica.
Tiene treinta años y es abogada. No teme dar su nombre, porque está comprometida con una "misión humanitaria sagrada" en una ciudad estratégica del mar Negro, cuyo primer alcalde a principios del siglo XIX fue el francés Armand Emmanuel du Plessis, duque de Richelieu.
"Aquí se han reunido unos 80 voluntarios. Todos personas de diferentes profesiones. Hoy nos hemos olvidado quién de nosotros es abogado o profesor. Lo principal es ayudar lo mejor que podamos", sostiene Inga.
"Los odesitas son personas especiales. Nos conocen mejor por nuestro humor. Esto es en tiempos de paz. Y cuando nuestra patria está en peligro, el humor también protegerá contra los invasores rusos", afirma la abogada.
El centro de voluntarios está ubicado cerca de la famosa Ópera en el popular mercado de alimentos de la ciudad en Odesa. Sobre la entrada hay una gran bandera blanca con una cruz roja.
En tiempos de paz, cafés, restaurantes, bares funcionan aquí.
"Esta es una guerra contra Ucrania. Todos están dando todo lo que pueden para ayudar. El pueblo ucraniano no perdonará a Putin por sus crímenes", dice a Efe otra voluntaria llamada Yelena.
"Quieren destruir nuestra Odesa, pero lo único que verán será el fondo del mar Negro", dijo el jueves el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Las Fuerzas Armadas de Rusia han entrado esta semana en Jersón, situada junto al río Dniéper y a orillas del mar Negro, y asegura controlar varias ciudades en la costa del mar de Azov, aunque aún no controlan Mariúpol, principal puerto de ese mar interior, pero que está atacando con fuerza.
El Ejército ucraniano espera que ahora el enemigo golpee con toda la fuerza de su puño militar el puerto de Berdiansk y las ciudades de Zaporozhie y Melitopol.
Si las tropas rusas logran enlazar esas ciudades con Jersón, entonces el próximo objetivo sería Odesa, el puerto ucraniano más importante en el mar Negro y la base de su Armada.
El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, calificó el jueves la zona de Odesa como "la más caliente" en la guerra con Rusia.
"Pero aquí, como en toda Ucrania, no se espera al ocupante con flores, sino con fuego y barricadas", dijo.
En las playas por las que Odesa es famosa, los habitantes llenan bolsas con arena y se las entregan a las Fuerzas de Defensa Territorial para que bloqueen la ciudad.
"Creemos que nuestras fuerzas nos protegerán de los ocupantes", señala Inga.
"Una enorme cantidad de gente común quiere ayudar", asegura.
Los voluntarios están en contacto constante con los defensores de Odesa. Les dicen qué hacer primero, que es organizar medicamentos, agua y alimentos.
Los padres de Inga viven en Novovolinsk, en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia.
"Estamos en contacto, nos apoyamos unos a otros. Si es necesario, también defenderán su patria", relata.
"¡No entregaremos Ucrania a los invasores rusos!", dice Inga, levantando brevemente la vista después de recibir ayuda humanitaria de odesitas.
"Hasta el tiempo está de nuestro lado. Hace días que en el mar hay tormenta, que, da la casualidad, también combate por Odesa al impedir el desembarco de los marines rusos", enfatiza Inga.