Algunas de las primeras criaturas que caminaron sobre tierra firme probablemente surgieron de estuarios o deltas.
Eran seres eurihalinos capaces de vivir en aguas que poseen un amplio rango de concentración de sales sin que se vea afectado su metabolismo.
En su artículo publicado en la revista Nature, investigadores franceses y chinos describen el estudio de ciertos isótopos estables en especímenes fósiles para determinar la salinidad en la que vivían.
Allá por 1929, un equipo de investigadores descubrió los restos fosilizados de Ichthyostega, un tetrápodo que se cree que estaba entre las primeras criaturas que caminaron por tierra. Desde entonces, se han encontrado tipos similares de restos en lugares como Groenlandia y China.
Los estudios han demostrado que las criaturas podían vivir tanto en tierra como en agua: tenían cuatro patas, colas para nadar y agallas. Pero hasta ahora, los científicos informaron que tenían dificultades para determinar si el agua de donde provenían era dulce o salada (lo que sugiere una existencia oceánica). En este nuevo esfuerzo, los investigadores probaron 51 huesos antiguos de tetrápodos fosilizados como una nueva forma de encontrar la respuesta a esta pregunta.
El equipo estudió los isótopos de azufre y oxígeno. El agua de mar tiene más azufre-34 en comparación con el azufre-32 que el agua dulce. Como ambos terminan en los huesos de las criaturas que viven en el agua, los investigadores estudiaron las proporciones en los huesos fosilizados. Descubrieron que las proporciones se acercaban más al agua de mar. Pero al estudiar los isótopos de oxígeno, descubrieron que las criaturas también estaban expuestas al agua dulce.
La evidencia sugiere que los tetrápodos vivieron parte del tiempo en agua de mar y parte del tiempo en agua dulce. Tales lugares hoy incluyen estuarios y deltas de ríos. Para reforzar aún más su teoría, examinaron criaturas modernas que viven en esos lugares y encontraron una coincidencia cercana.
Agregando a la historia, los restos fosilizados datan de hace aproximadamente 365 millones de años, que fue hacia el final del período Devónico, justo antes de la extinción masiva de criaturas que habitan en el océano. La capacidad de vivir tanto en agua dulce como en agua de mar, señalaron los investigadores, habría dado una ventaja a los tetrápodos, por así decirlo, que habrían podido sobrevivir en ambos tipos de agua y, a veces, en tierra.