El portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Bernal, ha exigido saber a quése destina el dinero recaudado con el nuevo impuesto de alcantarillado, ya que, según señala el dirigente, “a la vista de las inundaciones que se producen cada vez que llueve, desde luego no va a mejorar el servicio ni a su limpieza”.
Según Bernal, debido a este nuevo impuesto, los ciudadanos tienen que pagar más de 17 millones en los próximos 25 años, una carga que considera, difícil de sostener por las familias. “La privatización del servicio de saneamiento, dice, no ha servido para que se invierta ni un solo euro en nuevas infraestructuras".
Por contra, el concejal de Obras, Javier García, asegura para el Ejecutivo local el saneamiento es una prioridad, mientras que “ninguna otra corporación municipal había realizado actuaciones en este ámbito, ni siquiera los socialistas cuando gobernaron en los años 80”. Ahora, la concesionaria, Hidralia, destina un millón de euros anuales a infraestructuras.