Consenso absoluto entre los sectores de la ciudad (comerciantes, hosteleros, vecinos, etc.) y paso obligado por la Mesa de Movilidad. Esas son las condiciones innegociables que ha trasladado el Ayuntamiento a la Junta para que su proyecto de construcción de 20 nuevos kilómetros de carril bici incluido en el Plan Andaluz de Bicicleta se haga realidad.
Así lo aseguró ayer el Consistorio en un comunicado al término de la reunión de la alcaldesa, María José García-Pelayo, y el delegado de Urbanismo y Movilidad, Agustín Muñoz, con el viceconsejero de Fomento de la Junta, Juan Antonio García Cebrián, en Sevilla, dejando entrever que hay más contras que pros para que los nuevos trazados en la zona centro (posiblemente calle Larga), y la periferia se plasmen sobre el terreno.
Para empezar, además de plantear los perjuicios para la hostelería por la posible pérdida de espacio para sus veladores, y los problemas de accesibilidad a los negocios, avisa de los agravios que puede provocar para discapacitados y vecinos la eliminación de plazas para aparcar. En este último asunto, el Ayuntamiento va más allá y ya alerta de que, tal y como está planteado, el recorrido supondrá que se perderá un número “importante” de plazas incluso en zonas que ya de por sí están muy afectadas.
Según sus cuentas, en total serán 263 los aparcamientos que se perderán con el trazado propuesto, 68 en Nazaret, otros 81 en Madre de Dios, una zona ya complicada, y otras 44 en Muro y Santiago, por poner solo algunos ejemplos. También en caso de que el proyecto vea finalmente la luz -lo cual parece improbable vistas las exigencias- el Consistorio propone que el 25% del dinero que debe aportar se destine a obra complementaria del trazado (en previsión de demandas para mejoras una vez construido) y que la Junta asuma el mantenimiento de la red de carril bici, tras cuantificar su coste en 50.000 o 60.000 euros anuales. Además, le solicita que culmine los carriles bici inacabados.
Los fondos, ‘sólo’ para el carril bici
La Junta descartó ayer cualquier posibilidad de que estos fondos europeos sean destinados al transporte público, tal y como le preguntó la alcaldesa, que ya preguntó si ese dinero podría emplearse en la terminación de las obras de los centros salud o colegios.