Los representantes de los trabajadores del
sector de la vid se reúnen este viernes con la
patronal Fedejerez en un encuentro que se ha catalogado ya de “crucial” para
tratar de desbloquear las negociaciones del convenio, sin avance alguno en estos últimos meses y con posturas distantes.
En las asambleas de trabajadores que se han venido celebrando estos últimos días
se ha dado por hecho que en septiembre se convocarán movilizaciones siempre y cuando en el encuentro no se aprecie un cambio de postura por parte de la patronal.
Fuentes sindicales han advertido de que el personal se encuentra ya
“con la soga al cuello” dado que muchos
salarios “son ridículos” y que la inflación sigue sin dar una tregua.
Los sindicatos asumen que los trabajadores tienen que “poner de su parte” para tratar de alcanzar un acuerdo, pero demandan esa misma generosidad de la patronal, a quien se ha ofrecido un convenio por cinco años con
incrementos salariales del 4 por ciento para los tres primeros ejercicios (2021, 2022 y 2023) y una revisión y actualización al IPC al cierre de 2023 que serviría de base para 2024.
Fedejerez, por el contrario,
ofrece incrementos del 2; 2,25 y 2,50 por ciento; muy inferiores por tanto a los repuntes que está experimentando el IPC.
Esta postura sorprende a los representantes sindicales dado que las bodegas
recibieron dinero público para hacer frente a los costes de los ERTE que se pusieron en marcha a lo largo de 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria.
A ello se suma que tras el Covid
muchas empresas han llegado a repartir beneficios entre sus accionistas.
La patronal está respondiendo siempre con “una ridícula propuesta salarial, siempre vinculada a una variable y su propuesta de flexibilidad ambigua y abierta”.
Teniendo en cuenta esta disparidad de criterios, todo apunta ya a que salvo que se acerquen las posturas, los sindicatos convocarán movilizaciones para el próximo mes de septiembre.