El Ayuntamiento de Jaén ha extraído más de
30 toneladas de tierra y escombros del solar de la calle Elvín, donde desde comienzos de febrero, la empresa Albaida realiza las obras de construcción de la Caja de Música con cargo a una inversión de dos millones de euros de fondos europeos DUSI cofianciados con fondos europeos y municipales.
La segunda teniente de alcalde y concejala de Presidencia, África Colomo, ha señalado que
"el estado de degradación de este solar del casco antiguo durante décadas y que ahora se recupera para este equipamiento se demuestra con la ingente cantidad de tierra y escombros que albergaba".
"Son 30 toneladas de desechos los que se han extraído que
colindaban con viviendas habitadas y que han dejado al descubierto el suelo de este solar, una imagen desconocida porque este había quedado sepultado por varios metros de tierra", ha agregado.
Colomo ha agregado que en la siguiente fase tras el vaciado de la zona "se realizarán micropilotes y una labor de fijación del terreno para a partir de aquí ir fabricando la estructura del edificio y finalizar con los jardines, quedando finalmente un espacio singular,
único en la ciudad y muy atractivo para el que contamos con el buen hacer de esta empresa, que tiene experiencia en este tipo de labores complejas por la orografía de terreno".
El edificio de la Caja de Música
será una instalación destinada a la creación musical joven y una obra que lleva parejo además un trabajo de regeneración del entorno para convertirlo en un espacio con jardines y miradores que aporte nuevas zonas de esparcimiento a los vecinos y vecinas de esta zona de la ciudad, han indicado en un comunicado.
Esta obra supone
dotar al centro histórico de un equipamiento cultural que vendrá a dinamizar la zona con la construcción de un edificio integrado en el entorno, por fuera habilitado como zona ajardinada de inspiración morisca en relación a las culturas que han convivido en Jaén, y la dotación de varias salas de grabación, ensayos y producción para artistas locales, además de un pequeño auditorio.
Junto a eso,
se van a habilitar miradores para disfrutar del entorno aprovechando la orografía del terreno. El cambio físico y visible que va experimentar esta manzana, ahora degradada, será también un revulsivo para el turismo con los jardines y la zona de mirador, además de un punto de inflexión en la fisonomía de sus calles.
Ya en el inicio de las obras se expuso la complejidad de los trabajos que se acometen, por la dificultad de los accesos,
al tratarse de calles muy estrechas del casco antiguo y por la pendiente del terreno.