El empate a uno ante el Lucena crea muchas dudas en el equipo de Zúñiga
El San Roque pinta cada vez peor. De la ilusión por meterse en puestos de ‘play-offs’ allá por el mes de noviembre a llevar dos puntos de los últimos doce posibles. El empate a uno ante el Lucena mete al conjunto aurinegro en la pelea por no descender. El triunfo del Cádiz, equipo que marca la frontera del descenso, deja a los de Manolo Zúñiga a cinco puntos del abismo y 12º clasificado.
Tras la marcha de Álvaro González parece cada vez más evidente que se necesitan refuerzos para este mercado invernal ya que el juego del San Roque siembra demasiadas dudas. Esto, además, viene acompañado de la inseguridad defensiva al recibir ocho goles en los últimos tres encuentros.
En el duelo ante el Lucena, los leperos se mostraron muy ambiciosos en la primera mitad. La dupla Boateng-Fatau en el centro del campo equilibró la transición defensa-ataque, con David Agudo en la mediapunta intentando olvidar la fantasía de Álvaro González. Después de varias llegadas con disparos lejanos, en el minuto 30 Mustafá adelantó a los onubenses al aprovechar un mal despeje del meta cordobés, Limones. El extremo argelino tuvo la recompensa del gol y era el jugador más activo sobre el terreno de juego.
Pero la segunda parte fue para olvidar. El bajón físico del cuadro aurinegro y la motivación del Lucena propició la superioridad local. Espoleados por su público encerraron al San Roque y se sucedieron las oportunidades. Así, en el 69’ Fernando ‘fusiló’ a Sergio y estableció el empate en el marcador. Con 20 minutos por delante el Lucena buscó el segundo mientras que los visitantes lo intentaron en alguna contra. Posteriormente, Sergio tuvo que emplearse a fondo para aguantar el arreón final.