León, Sevilla, Huelva y Ourense son las provincias donde más riesgo existe de sufrir un accidente, ya que cuentan con la mayor proporción de kilómetros "negros", mientras que por comunidades son Galicia y Asturias las más peligrosas para los conductores.
Así se pone de manifiesto en el estudio EuroRAP, un programa europeo en el que participan 19 clubes de automóviles para valorar la situación de las carreteras de los diferentes países y cuyos resultados en España han dado a conocer hoy el RACE y el RACC.
En total, se han analizado 1.350 tramos de la red viaria estatal, que representan 23.340 kilómetros, en los que se produjeron 7.002 accidentes de tráfico con víctimas mortales y heridos graves en el periodo analizado, que abarca el trienio 2009-2001.
La lista de los tramos con más riesgo de accidentalidad vuelve a encabezarla, tres años después, la SC-21 en A Coruña, en concreto el enlace con el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago de Compostela.
Otro tramo de Galicia ocupa el segundo lugar del "top ten". Se trata de la N-640 en Lugo, entre Pontenova y Meira, mientras que en tercer lugar se sitúa la N-632 en Asturias, entre Venta de las ranas y Piles, en la zona de Gijón.
La N-225 en Grao de Castellón, la A-7 en Castell de Ferro (Granada), la N-234 en Navaleno (Soria), la N-125 en el aeropuerto de Zaragoza, la N-640 en San Tirso (Lugo), la N-610 en Castromocho (Palencia) y la N-122 en Valdelavillo (Soria), completan los diez tramos más peligrosos de España.
Sólo un 5,8 por ciento de los tramos analizados tiene un riesgo muy elevado o elevado de registrar un accidente, una proporción que supone una reducción de 1,5 puntos porcentuales respecto al anterior estudio. Frente a ello, el 39 por ciento de los tramos tiene un riesgo muy bajo.
Siete comunidades autónomas aún mantienen kilómetros negros en su red. La lista la encabeza Galicia, con un 2,9 por ciento de kilómetros "negros", por delante de Asturias (2,8), Castilla y León (2,3), Extremadura (2), Andalucía (1,4), Aragón (1) y Castilla-La Mancha (0,9 por ciento).
Entre todas, suman 337 kilómetros de riesgo "muy elevado", mientras que otras seis -Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia y La Rioja- no tienen puntos "negros". (El estudio no incluye a País Vasco y Navarra porque no tienen carreteras de la red estatal ni las dos comunidades insulares).
Por provincias, es León, con un kilómetro "negro" de cada diez, la más peligrosa, seguida de Sevilla (con el 5,4 por ciento), Huelva (4,8), Ourense (4,6), Lugo (4,3), Palencia (3,8) y Cáceres (3,6).
De las dieciocho provincias más peligrosas, cinco son de Castilla y León, cuatro de Galicia y tres de Castilla-La Mancha.
Y por carreteras, la que más tramos negros tiene es la N-630 (de Gijón a Sevilla), con seis, por delante de la N-122 (De Zaragoza a Portugal), la N-VI (de León a Galicia) y la N-621 (de León a Cantabria). Estas cuatro acumulan la mitad de los tramos "negros" de la red.
El estudio analiza también la accidentalidad de motos y ciclomotores en España y, tras dejar clara la reducción de los siniestros mortales en este tipo de vehículos, resalta la peligrosidad de algunos tramos en las proximidades de las grandes ciudades.
Así, en el enlace de Manises (Valencia), la N-125 en el aeropuerto de Zaragoza, la A-7 en las proximidades de Algeciras (Cádiz) y otras vías en las proximidades de A Coruña, Sevilla, Granada y Málaga son los puntos más peligrosos para los motoristas.
En ese listado se incluye, por primera vez, la Comunidad de Madrid, en concreto con el enlace de la A-1 con la M-40 y de esa misma autovía con el final de la variante de Alcobendas.
De todos modos, tanto el RACE como el RACC resaltan la fuerte reducción en el número de puntos "negros", que han pasado del 36 por ciento al 5,8 por ciento y de 521 kilómetros a 34 los de máximo riesgo o nivel elevado.