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La donación de sangre: un perfecto engranaje que los festivos no debe parar

Los responsables del Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas de Andalucía aseguran que no duermen tranquilos cuando se aproximan días de fiesta

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La donación de sangre: un perfecto engranaje.

La donación de sangre: un perfecto engranaje.

María José Aguado.

Los responsables del Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas de Andalucía aseguran que no duermen tranquilos cuando se aproximan días de fiesta por el descenso de las donaciones de sangre que se producen, por lo que buscan aumentar la reservas y hacen llamamientos continuados a la donación.

Se aprecia todo ello en una visita al centro que tiene su sede en la Avenida Manuel Siurot de Sevilla, anexo al hospital Virgen del Rocío, donde se trabaja con un sistema perfectamente conectado que hace que la sangre que se done esté disponible para ser usada en los hospitales tan solo 24 horas después.

Este centro ha hecho un llamamiento para que aumenten las donaciones de sangre durante esta semana, ante los días festivos del puente programados a la vuelta de la esquina, y las jornadas festivas del mes de diciembre y enero por la Navidad.

Se necesitan bolsas de sangre de distintos grupos, sobre todo A-, y es necesario aumentar las donaciones tanto en las itineraciones que se realizan en distintos puntos de las provincias como en los puntos fijos, porque, como recuerda a EFE la directora asistencial del Centro de Transfusión de Sangre, Tejidos y Células de Sevilla, María José Aguado, se necesitan 5.500 bolsas de sangre a la semana para mantener la actividad asistencial sin problemas.

No se usa de forma inmediata

Aguado, aparte de contar con detalle cómo funciona el centro, desmonta un mito: cuando se pide sangre urgente tras una catástrofe no es para usarla de inmediato, sino para reponer la que se use, porque cada gota “necesita un proceso de preparación y elaboración para obtener los componentes sanguíneos”, como “el concentrado de hematíes, que se utiliza para pacientes que tienen anemia sintomática”.

“Las plaquetas nos ayudan a controlar las hemorragias de los pacientes, y el plasma, que tiene un alto contenido en proteínas que se sintetizan en el hígado, es útil para todos aquellos pacientes que carecen de esas proteínas”, indica la responsable del centro, que señala que la reposición de las bolsas usadas se hace en 24 horas, de modo que “la donación de ayer está disponible hoy para el uso en los hospitales”.

Y todo ello, en unas fechas “bastante complejas”, en las que Aguado afirma que sufren el centro, hasta el punto de no dormir bien, “y los compañeros que están en los hospitales”, de modo que hay que llamar a los donantes para que acudan a poner el brazo en manos del personal sanitario sin dilación.

Las cifras son muy claras: más del 75 % de las donaciones de sangre se destinan al tratamiento de enfermedades que siguen diagnosticándose y tratándose sin importar la fecha del año, de modo que no se trata solo de prever que si hay muchos desplazamientos pueden haber más accidentes, y por ende más necesidad de sangre, sino que todo es cíclico durante el año.

Concretamente, un 30 % de las reservas se utilizan para el tratamiento de cáncer o enfermedades hematológicas; un 20 % al abordaje de anemias; casi otro 20 % a intervenciones quirúrgicas, quemaduras o trasplantes de órganos y tejidos; más de un 10 % a la asistencia de enfermedades cardíacas, gástricas o renales; alrededor de un 8 % a la atención de accidentes y traumas; un 8 % a pacientes de ortopedia, fracturas y reemplazos articulares y el 4 % restante, a partos y cesáreas.

Puede donar casi cualquier persona

María José Aguado explica que puede donar sangre “casi cualquier persona”, siempre que tenga más de 18 años, pese más de 50 kilos y se encuentre bien de salud. “Van a pasar una pequeña entrevista médica y un reconocimiento, de modo que cualquier duda que el donante tenga se resuelve”.

Eso sí, no pueden donar enfermos crónicos, diabéticos, por ejemplo o embarazadas. “La protección del bebé y la madre está por encima de la donación”, asevera.

Una vez conseguida la bolsa, la maquinaria se pone en marcha. "Hay dos procesos que se hacen de forma simultánea. Uno, análisis que nos obliga la Ley a realizar en todos los donantes para descartar que tengan una enfermedad contagiosa a través de la transfusión”, y luego, el proceso de elaboración de los componentes sanguíneos, que se hace a partir de la extracción en las 12 primeras horas.

Hay que trabajar rápido, porque “los hospitales van diariamente llamando y solicitando lo que ellos necesitan para sus previsiones diarias”, en un trabajo continuo, que solo se para los fines de semana y festivos, y que mira con recelo a un calendario de diciembre donde hay demasiados días marcados en rojo, aunque el color rojo de la sangre siempre es necesario, por mucho que sean menos los días disponibles para poder sacar vida desde el brazo.

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