La Junta, en colaboración con el capítulo de Granada de la Fundación Toro de Lidia, ha rendido un homenaje al poeta, dramaturgo y prosista granadino, perteneciente a la generación del 27, Federico García Lorca, con motivo del 125 aniversario de su nacimiento, vinculándolo con el mundo del toro "una de sus grandes pasiones", según ha señalado el delegado del Gobierno andaluz en Granada, Antonio Granados, durante un acto celebrado en la Huerta de San Vicente.
El homenaje contó con la presencia del Presidente de la Fundación de Toro de Lidia, Victorino Martín, así como por los hispanistas, José Moreno Arenas y Frederick Allen Josephes, además de Cayetano Rivera Ordoñez, que fue el encargado de la lectura del manifiesto por el Matador de Toros, dando paso al recital poético a cargo del cantaor Kiki Morente.
Durante el acto, el delegado del Gobierno afirmó que "Granada es una tierra del toreo que tiene que ir, sin duda alguna, de la mano de la literatura y la poesía, de la mano de otro grande como el insigne Federico García Lorca, que con su llanto a Ignacio Sánchez Megías no solo marcó una hora, las cinco de la tarde, sino que marcó un arte literario en la faena de un torero, que arriesga su vida y su fama en cada plaza de toros".
En su intervención, Granados destacó que "Lorca puso versos a un arte milenario, dedicó poemas al fuego, la emoción, la entrega, la vocación por una noble batalla entre toro y torero con una plaza que asiste sin aliento al baile entre los protagonistas, expectante ante el desenlace y vitoreando la maestría y valentía de uno y otro".
Recordó además grandes figuras del toreo que ha dado Granada "el propio Frascuelo, Lagartijo, Rafael Mariscal, Manuel Zarzo 'Perete', Miguel Morilla 'Atarfeño', Paquito Rodríguez, remontándonos a décadas atrás, hasta los actuales El Güejareño o nuestro gran maestro David Fandila 'El Fandi' han dado nombre y prestigio a un toreo granadino de elevado nivel y afición".
El delegado consideró que desde la Delegación de la Junta de Andalucía en Granada, "fieles al compromiso de nuestro presidente Juanma Moreno de engrandecer las tradiciones y costumbres de nuestra tierra, pone en valor el sacrificio de quien entrega la vida y la pone en juego con la virtud de convertirlo en arte y bandera de patria más allá de nuestras fronteras, reconociendo de esta manera que el mundo taurino mueve masas, sentimientos y espectáculo".
Por su parte, Victorino Martín, recalcó que el trabajo de la Fundación Toro de Lidia, desde su surgimiento, "ha sido la defensa activa, por todos los medios, de la tauromaquia. Pero no sólo como una manifestación de nuestras tradiciones, de nuestra cultura más ancestral y de la unión con nuestra tierra y los animales que la pueblan. A la vez, ha sido una defensa de una forma de hacer arte que posee valor incalculable, como otras tantas que merecen su preservación y difusión.
Por eso, la Fundación Toro de Lidia no podía olvidar a uno de los referentes más importantes de la historia de la literatura en el 125 aniversario de su nacimiento. Federico García Lorca ha contribuido no sólo a las letras hispánicas en general, sino a mostrar con exquisito gusto nuestras particularidades como un pueblo lleno de matices y con cultura única, rica, variada y abierta".
Destacó además que "Federico García Lorca merecía este homenaje que llevamos a cabo en su casa-museo, en Huerta de San Vicente, un lugar emblemático. No habría sido posible sin la colaboración de las autoridades ni del Capítulo de Granada que ha hecho posible este homenaje tan necesario. El trabajo a todos los niveles de difundir y promover el arte en cualesquier manifestaciones, ya que el arte de la lidia siempre ha estado presente ha acompañado a los intelectuales y artistas a lo largo del tiempo. Una prueba de ello la contemplamos en la Generación del 27, de la que Lorca es un epítome".
También, Fernando Navarro, coordinador del Capítulo de la Granada y patrono de la Fundación Toro de Lidia, destacó "la sensibilidad del poeta para con la fiesta de los toros, como arte digno del drama artístico más sincero y verdadero de la cultura española. No sólo no fue ajeno a este arte, sino que además impregnó su obra de tauromaquia, como parte de la cultura popular a la que fue tan afín en su versos, incorporando el léxico, la metáfora y argot taurino a sus poemas, constituyendo un referente en la generación del 27, generación que proclamó definitivamente la unión de la intelectualidad, la literatura y el pensamiento con el mundo de los toros".