Los vecinos de la zona norte, especialmente el entorno de Icovesa, Las Torres y Eduardo Delage...
Los vecinos de la zona norte, especialmente el entorno de Icovesa, Las Torres y Eduardo Delage, llevan mucho tiempo advirtiendo que sus calles y sus propiedades privadas se han convertido en el blanco de actos vandálicos, robos y otra serie de delitos, y las estadísticas lo demuestran. Una manifestación vecinal y encuentros diferentes con los responsables en materia de seguridad en la ciudad no han servido ni para apaciguar los ánimos de quienes se sienten víctimas fáciles de los delincuentes, ni siquiera para sosegar a los amantes de lo ajeno ni a los incívicos. La madrugada de ayer un nuevo acto delictivo causó la alarma en Los Naranjos y provocó un incendio que ha calcinado tres turismos y una motocicleta. El inicio hay que buscarlo en una acción más de estos delincuentes callejeros que, tratando de robar gasolina a uno de estos vehículos, causó con un cigarrillo el espectacular fuego. Los vecinos reclaman más protección y vigilancia en la zona y parece que tienen razón. Si la presencia policial se hiciera efectiva en estos barrios, muchas de estas acciones no se realizarían, simplemente por el mismo efecto disuasorio que los agentes provocan en la pequeña delincuencia callejera. Son ya muchos los actos vandálicos que han provocado grandes sustos -sólo basta recordar los más de siete incendios que fueron provocados en una sola noche en el mes de septiembre-, y el de ayer, que llegó hasta chamuscar la fachada de uno de los bloques. Desde luego algo pasa en esta zona de la ciudad que necesita de mayor atención por parte de las fuerzas de seguridad. Ayuntamiento, a través de la Policía Local, y Ministerio del Interior, con la Policía Nacional, deben de una vez dar una respuesta a los vecinos que se ven impotentes ante tanto vandalismo. Nadie devolverá a sus propietarios los vehículos, pero al menos que no se vuelva a repetir.