La familia de una de las jóvenes asesinadas en Cuenca ha pedido hoy que todos los que han colaborado o participado en el "macabro" asesinato "paguen" por ello, mientras el juzgado que lleva el caso ha iniciado los trámites para pedir a Rumanía la entrega del presunto asesino, Sergio Morate.
Luis Javier Chamón, portavoz de la familia de Laura del Hoyo -la joven asesinada junto a su amiga Marina Okarynska- ha pedido a través de las redes sociales que todos los que han colaborado en el "macabro" asesinato de las jóvenes "paguen" y que la justicia, "sea cual sea ésta, caiga sobre los culpables".
La familia también ha expresado su "gratitud" a todas las personas que "han ayudado y dado sus condolencias y muestras de dolor".
"No existen palabras para describir una herida abierta que nunca se cerrará, la pérdida de una hija para unos padres no tiene consuelo y más si han sido en estas aberrantes circunstancias", ha afirmado Chamón.
Por su lado, hoy se ha conocido que el juzgado de Cuenca que lleva el caso por el asesinato de las jóvenes amigas Marina Okarynska y Laura del Hoyo, inició ayer los trámites para pedir a Rumanía la entrega de Sergio Morate, detenido desde el jueves en ese país.
Los trámites necesarios para la extradición de Morate, quien se ha declarado inocente ante un tribunal rumano y sostiene que teme por su vida en caso de regresar a España, se iniciaron ayer, el mismo día en que ambas víctimas fueron enterradas.
Los cadáveres de las jóvenes fueron hallados el miércoles semienterrados y con signos de violencia en el nacimiento del río Huécar, en Palomera, donde la familia de Morate tiene una casa, pero el caso está bajo secreto de sumario desde el lunes, cuatro días después de que los padres de Marina y Laura denunciaran su desaparición.
El Tribunal de Apelación de Timisoara (Rumanía) ha fijado un período de detención provisional para el presunto asesino de quince días, pero se da por seguro que el plazo no se agotará dado que el deseo del Gobierno español es que sea extraditado cuanto antes.
El exnovio de Marina Okarynska fue detenido en Lugoj, en la provincia de Timisoara, en cumplimiento de una orden europea de detención en la que la Policía Nacional y rumana habían trabajado conjuntamente.
Desde Lugoj, Istvan Horvath, el ciudadano rumano que está en libertad con cargos acusado de ayudar a Morate a ocultarse en Rumanía, ha asegurado hoy que el sospechoso le contó que había matado a su exnovia en España, pero que no le creyó.
"Me envió un mensaje y me dijo que había hecho algo. Luego me llamó y me dijo que estaba perdido por algún lugar en Austria, pero sin decirme nada más. Fui a buscarlo a Hungría y me lo traje a Rumanía", ha explicado.
"Al día siguiente (de llegar a Rumanía) me contó que había matado a Marina. No le creí, le dije que intentaba impresionarme", ha dicho Horvath, que había alquilado el piso donde les halló la Policía.
"Era amigo de Sergio, nos conocimos en la cárcel en España cuando fui detenido por un accidente. Debería haber sido padrino de sus hijos", ha contado Horvath, que ha lamentado: "Me ha destrozado la vida, estoy casado, trabajo y ahora tengo problemas con la policía por su culpa".
El propietario del edificio, Flavius Luca, ha subrayado que el ciudadano español, Morate, tenía la intención de alquilar un apartamento en Lugoj "para un mes, dos meses o un año".
Por su lado, el jefe del Servicio de Acciones Especiales de la Policía de Timis, Daniel Milincu, ha explicado a Efe que sabía que Morate era "un sospechoso muy peligroso, el más buscado en España", aunque éste "fue sorprendido por la intervención, que se desarrolló bastante rápido".
Milincu ha relatado que no esperaban que en el piso estuvieran el hermano y la esposa de Horvath, así como un bebé en el momento de la operación, por lo que tuvieron que modificar la intervención.
Morate no presentó ninguna oposición al ser detenido, según Milincu, que describió a Morate como "consternado".
También se ha conocido hoy que el Ayuntamiento de Cuenca dedicará un espacio público de la ciudad en homenaje a Laura y Marina, que servirá de recuerdo a todas las víctimas de la violencia machista.
El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, ha apuntado que será un lugar para reflexionar, dado que "la violencia debe ser totalmente erradicada de la sociedad".