Profunda decepción en el sector hortofrutícola español tras el holgado respaldo del Parlamento Europeo al acuerdo agrícola con Marruecos, que cae "como un jarro de agua fría" entre los productores, que temen por el futuro de 250.000 explotaciones y 450.000 empleos en medio de una profunda crisis.
Según han apuntado fuentes del sector, estudiarán la viabilidad de recurrir el acuerdo por posible vulneración de legalidad internacional y se centrarán en exigir la máxima presión del Gobierno español para impedir que se vulneren los términos del nuevo tratado como a su juicio ha sucedido en los anteriores, en cuanto a volúmenes, calendarios y precios de entrada.
Han considerado que Europa sacrifica "tomates" y productos hortícolas en beneficio de Marruecos a cambio de ganar cuota de mercado en otras exportaciones y se olvida de los intereses de la agricultura mediterránea frente a la continental, y que pesa el compromiso europeo con el desarrollo del país para evitar que se extienda la "primavera árabe" a las puertas de Europa.
El Parlamento Europeo ha aprobado hoy el acuerdo agrícola entre la Unión Europea y Marruecos por 369 votos a favor, 225 en contra y 31 abstenciones.
El responsable de relaciones internacionales de la organización agraria Asaja, Ignacio López, ha criticado a Efe el profundo desconocimiento de los eurodiputados que han votado a favor del acuerdo, al dar por hecho que Marruecos cumplirá los calendarios de entrada de productos o los requisitos fitosanitarios.
López ha explicado que han pesado los intereses de países europeos que podrán colocar más artículos agrícolas en Marruecos -carne o cereales- y otras manufacturas o productos financieros, y el miedo a que el país sucumba a revueltas -más aún después de la "primavera árabe"- si no se respalda el acuerdo que fomenta su desarrollo.
Desde Asaja, que también estudiará si es viable recurrir el acuerdo, han asegurado que exigirán que se "cumpla a rajatabla lo que entra, cuándo entra y a qué precios lo hace"; compensaciones por daños -calcula que el sector ha perdido 2.250 millones de euros durante cada uno de los dos últimos años-; y ayudas para mejorar la innovación y la competitividad de los productores españoles en un mercado abierto.
El responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, ha indicado que los servicios jurídicos de la organización tienen muy avanzado un informe sobre "las incoherencias" del acuerdo que sustentará un próximo recurso ante el Tribunal de Justicia Europeo.
Para Góngora, el acuerdo vulnerara derechos fundamentales de los consumidores y podría ser "ilegal", al incluir en él al Sahara Occidental ocupado por Marruecos.
Góngora ha criticado que haya pesado en la Eurocámara la posición de países del centro y norte de Europa, que "se miran el ombligo" y dejaron prácticamente solos a los diputados españoles al respaldar un acuerdo que favorecerá sus exportaciones de cereal, leche y lácteos, mantequilla y otros productos y servicios a Marruecos.
Para el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, el Parlamento Europeo "ha dado la espalda" al sector hortofrutícola español, que "se utiliza como moneda de cambio para conseguir otras cosas", pese "a los problemas que ha generado" el anterior acuerdo para los productores por los incumplimientos de Rabat.
Ramos ha resaltado que "el anterior acuerdo ha sido muy dañino, pero el nuevo lo será más, porque se produce una mayor apertura", y que exigirán al Gobierno español que se implique para que no se vulnere lo pactado porque, en su opinión, "se ha mantenido muy al margen de este tema y no se han querido pringar demasiado".
Ha puntualizado que elevarán al COPA -organización que une a agricultores y ganaderos europeos-, la posibilidad de emprender "todo tipo de acciones legales" contra el acuerdo, entre otros aspectos por la cuestión del Sahara y, si no es posible, hacerlo desde las organizaciones españoles.