El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha confirmado este martes que está trabajando en "opciones" para reforzar el fondo de rescate de 440.000 millones de euros para países endeudados pese a la resistencia de Alemania. Barroso ha reclamado además al Banco Central Europeo (BCE) que siga comprando deuda de Italia y España y ha reiterado que propondrá la creación de eurobonos como respuesta a la crisis de deuda.
"Nos enfrentamos al mayor desafío que ha conocido nuestra Unión en toda su historia. Se trata de una crisis financiera, económica y social, pero también una crisis de confianza, tanto respecto a nuestros líderes, a la propia Europa y a la capacidad de encontrar soluciones", ha dicho Barroso en un discurso ante el pleno de la Eurocámara sobre la situación económica.
El presidente del Ejecutivo comunitario ha admitido que "muchos ciudadanos tienen miedo al futuro" y ha alertado del "peligro de un repliegue nacionalista" y de "respuestas populistas que cuestionan los grandes éxitos de la UE: el euro, el mercado único e incluso la libre circulación de personas".
"Es una situación grave, pero hay solución a la crisis", ha sostenido Barroso, aunque ha señalado que ya no sirven las "soluciones parciales" sino que se requiere una respuesta "global". "Si no avanzamos en la integración nos arriesgamos a la fragmentación", ha avisado.
GRECIA, EN EL EURO
La solución a la crisis pasa, a su juicio, por mantener a Grecia dentro del euro. "Grecia es y seguirá siendo un miembro de la eurozona", ha defendido el presidente de la Comisión. Para lograrlo, Atenas debe aplicar todos los ajustes acordados y, a cambio, el resto de países de la eurozona seguirán aportando asistencia.
"Grecia debe presentar resultados concretos, romper con prácticas contraproducentes y con la resistencia de intereses particulares. Pero seamos claros, esto no es un sprint, es un maratón", ha sostenido Barroso.
En segundo lugar, el presidente de la Comisión ha reclamado la rápida ratificación de los nuevos poderes para que el fondo de rescate pueda comprar deuda, dar créditos preventivos a los países con problemas y recapitalizar bancos.
"Una vez que el fondo europeo de estabilidad financiera esté ratificado, debemos hacer el uso más eficiente de su dotación financiera. La Comisión está trabajando en opciones para lograrlo", ha confirmado Barroso. El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dicho que Bruselas estudia recurrir al endeudamiento para aumentar la capacidad de actuación del fondo, pero Alemania se opone.
Barroso ha solicitado además acelerar la entrada en vigor del fondo de rescate permanente, en principio prevista para mediados de 2012, y ha pedido al BCE que siga comprando bonos de España e Italia. "Confiamos que el BCE, respetando plenamente el Tratado, haga todo lo necesario para garantizar la integridad de la eurozona y su estabilidad financiera", ha dicho.
EUROBONOS, PASO NATURAL
El tercer paso para salir de la crisis, según Barroso, pasa por mejorar la integración económica de la eurozona. A su juicio, ello no puede hacerse mediante pactos entre los Gobiernos sino reforzando el papel de la Comisión. "La Comisión es el Gobierno económico de la UE, no necesitamos más instituciones para esto", ha defendido.
"Una vez que el euro esté equipado con los instrumentos para garantizar la integración y la disciplina, la emisión de deuda conjunta se verá como un paso natural y ventajoso para todos, con la condición de que sean bonos de estabilidad, diseñados de manera que premien a los que cumplen las reglas y castiguen a los que no lo hacen", ha insistido.
En este sentido, el presidente de la Comisión ha confirmado que "en las próximas semanas" presentará opciones para la creación de eurobonos. Algunas no requerirán cambios en los Tratados pero en otros casos sí serán necesarios. Por ello, Barroso ha reclamado renunciar a la unanimidad para que un Estado miembro no pueda bloquear al resto.
ORGULLO EUROPEO
Finalmente, Barroso ha arremetido contra las críticas de Estados Unidos por la lentitud de la eurozona a la hora de resolver la crisis de deuda. "Tenemos problemas muy graves, pero no debemos pedir perdón por nuestras democracias, no debemos pedir perdón por nuestra economía social de mercado".
"Tenemos que pedir a nuestras instituciones y también a nuestros Estados miembros, a París, Berlín, Atenas, Lisboa o Dublín, un arranque de orgullo de ser europeos, un arranque de dignidad para decir a nuestros socios: gracias por vuestros consejos pero somos capaces juntos de salir de esta crisis. Quiero ese orgullo de ser europeos", ha dicho entre aplausos de los parlamentarios.