Nació en Chiclana el año pasado. Como acababa de venir al mundo dispuesta a andar lo que hiciera falta, le pusieron un nombre adecuado al caso:
SIN KILÓMETROS, es decir, nueva del paquete. A diferencia de otros partos, la niña no nació llorando, sino todo lo contrario, nació riendo entre vino de Chiclana y los buenos ratos que da la vida. Estaban reunidos Mila Bulpe, Luis Villanego y Chano Aragón en la hermosa bodega de este, cuando la llama de la conversación giró sobre un sabroso tema, el menudo. En otros lugares de la madre patria le llaman callos, pero aquí huimos de ellos, porque queremos pisar el pavimento como Dios manda sin que nos duelan los pies.
Que están muy buenos, que a mí me salen muy bien, que a ver si quedamos… Total, que, cuando se vinieron a dar cuenta, ya estaban frente a un plato de menudo guisado por Mila, que fue la que alardeó primero de prepararlo para chuparse los dátiles. De modo que puede decirse que en ese momento ya estaba preparada la cuna para la niña. Iba a nacer la sociedad Enogastronómica
SIN KILÓMETROS envuelta en unas tiernas sábanas repletas de sabores. Ellos dicen que el nombre alude a la utilización de productos de cercanía, porque es verdad que no hace falta recorrer grandes distancias, ni irse al quinto pino para saborear un buen plato de los nuestros. Los locos estamos tan encerrados y vigilados, que no sabemos lo que son los kilómetros, a no ser que nos asomemos a la tapia y veamos a los cuerdos moviendo el esqueleto siempre con muchas prisas para ir a ningún sitio.
A esa reunión revolucionaria del comer, del beber y de la cultura se fueron uniendo los disfrutones, término inventado por ellos para definir a los que mueren por disfrutar de las cosas de su tierra y por darle marcha al paladar. También fueron llegando profesionales de la hostelería, abogados, escritores, enólogos…, procedentes de Chiclana, de San Fernando, de Vejer, de Cádiz, de Alcalá de los Gazules…, hasta completar treinta y dos, que fueron los fundadores de esta sociedad. Pues bien, hicieron sus estatutos y eligieron su junta directiva. La presidenta pasó a ser Mila y su vicepresidente es el periodista Salvador Moreno.
El objetivo número uno de este grupo de locos es servir de embajador de las cositas buenas que tiene Chiclana, dar a conocer sus productos y al mismo tiempo enterarse de lo que se cuece en las ollas de otros manicomios.
He escrito todo esto, porque el martes pasado me invitaron a dar una charla sobre Miguel de Cervantes junto con Manuel Ruiz Torres, escritor gastronómico, en el Museo del Vino y de la Sal de Chiclana. Gustosamente fui, porque mi Cofradía Gastronómica Isleña
LOS ESTEROS se alegra del desarrollo de esta Entidad, alienta sus ansias de saber, y porque el Quijote con sus locuras es el modelo más claro de la gastronomía.
Prepararon una degustación exquisita de productos de aquella época (siglo XVI) con vino sobresaliente de la bodega de Chano Aragón. El alcalde de Chiclana, que es socio de honor de
SIN KILÓMETROS, estuvo presente dando su apoyo a este grupo de gente que, aparte de comer y de beber, que también, están luchando por poner a su Chiclana a una altura que más quisieran otras localidades de su entorno, sin señalar que está muy feo. Este loco queda muy agradecido por las atenciones que tuvieron con él y como sé que tienen en mente recorrer muchos kilómetros, a ver si me sacan de este manicomio y me llevan a que me dé el aire un poquito. Les deseo buena suerte y larga vida. Gracias.