La parlamentaria andaluza por Córdoba de Adelante Andalucía, Ana Naranjo, ha exigido este martes al Gobierno andaluz de PP y Cs que los presupuestos autonómicos para 2021 "lleguen a la Córdoba rural y apuntalen un nuevo modelo productivo", sobre todo cuando "las inversiones previstas para la provincia están muy por debajo de las necesidades", demandando también "un esfuerzo presupuestario mayor para el fortalecimiento de los servicios públicos".
A este respecto y en un comunicado, Naranjo ha señalado que las inversiones recogidas en el proyecto de presupuestos presentado por el Ejecutivo andaluz están "muy por debajo de las necesidades que tiene la provincia y de las que la pandemia ha evidenciado y acrecentado", como es el caso de los servicios públicos, "especialmente en los núcleos rurales, o la urgencia de impulsar un cambio de modelo productivo".
Naranjo ha explicado que "Córdoba es la quinta provincia andaluza en inversión en un proyecto de presupuestos que, además de no dar una respuesta a la altura de las necesidades del territorio, vuelve a dejar sin concreción los grandes retos que tenemos por delante", ya que "no recogen una apuesta por la reindustrialización de la provincia, tan necesaria para fijar población, ni por la creación de empleo".
Además, Naranjo ha criticado que "no hay ninguna apuesta por el cambio de modelo productivo o energético", a pesar de que "Córdoba tiene todo a su favor para convertirse en referente en campos como el de las renovables, que pueden ser una fuente de riqueza y de generación de empleo".
A ello se suma que en las cuentas presentadas por PP y Cs "no hay rastro de una voluntad por intervenir desde lo público en el modelo productivo, por diversificar la economía andaluza y recuperar el tejido industrial que no nos haga tan dependientes del sector servicios y del turismo". El desarrollo verde y la lucha contra el cambio climático "tampoco aparecen por ningún lado en los presupuestos de PP y Cs, que tampoco aluden a inversiones en materia de movilidad sostenible para vertebrar la provincia".
En este sentido, la diputada andaluza ha señalado que el Gobierno andaluz "vuelve a olvidar a la Córdoba rural" en los presupuestos, ya que "no contempla las inversiones necesarias que garantizarían que los habitantes de los núcleos rurales cuenten con los mismos servicios que sus vecinos de las ciudades en materias como sanidad o educación".
En este aspecto, Naranjo ha aclarado que "las inversiones previstas en materia sanitaria se restringen a los hospitales de la capital, y olvidan los centros de Atención Primaria y las necesidades que tienen los pueblos en esta materia, que se han puesto aún más de manifiesto a causa de la pandemia".
En cuanto a las infraestructuras educativas, Naranjo ha indicado que el proyecto presupuestario "vuelve a olvidar las inversiones necesarias en los centros públicos, que llevan tres décadas a la espera de mejoras para que nuestros niños estudien en condiciones dignas", y las cuentas previstas por PP y Cs "olvidan también a las personas mayores en un año especialmente crítico para este sector de población".
Por eso, desde Adelante instan al Gobierno andaluz a no dejar pasar la oportunidad que suponen estos presupuestos "para corregir los defectos estructurales que tiene la región en materia de servicios públicos, un reto que pasa por aumentar el personal sanitario y educativo, más allá del esfuerzo de contratación realizado este año de forma coyuntural, abordándolo desde una perspectiva estructural".
Por otro lado, Naranjo confía en que el empuje presupuestario previsto para el ámbito agrario se concrete en "una apuesta por el relevo generacional en el campo, por la integración de la mujer y por el pequeño agricultor y el modelo cooperativo, tareas pendientes del campo andaluz que además son esenciales para combatir la despoblación y para acabar con un agravio histórico a los trabajadores del sector".
Desde Adelante consideran que las cuentas presentadas por PP y Cs "no solo están por debajo de todas estas necesidades sino que también están por debajo de lo que permiten las reglas de gasto".
Se alejan, por tanto, "de la línea marcada, tanto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), como por la Unión Europea (UE) y el Gobierno central, de llevar a cabo políticas expansivas, y parecen inspiradas por una filosofía de la austeridad, que por el incremento de gasto público que requiere una situación de crisis social y económica como la actual".