El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) trataba de remolcar un barco de recreo ocupado por cuatro gibraltareños en aguas del Peñón cuando tuvo lugar el altercado del pasado martes con la Royal Gibraltar Police.
Así lo manifestaba ayer el diario The Gibraltar Chronicle, desde donde se apuntaba, acompañando la información con una secuencia fotográfica, que el patrullero español de Aduanas estaba intentando trasladar la citada embarcación a Algeciras.
El incidente tuvo lugar, según las fuentes citadas por el periódico gibraltareño, a unos 500 metros del North Mole, cuando los agentes del SVA pidieron la documentación a los cuatro ocupantes.
Entonces, apareció en escena la embarcación de la RGP y evitó que la actuación del SVA se completase, subiendo al barco de recreo y cortando la línea de remolque.
Todo ello se une a un nuevo incidente que fue denunciado por el Gobierno gibraltareño por la “incursión” del buque Vencedora p-79 de la Armada.
Quejas
Los incidentes tuvieron ayer su respuesta en recíprocas quejas diplomáticas entre Reino Unido y España. Así, el Foreign Office convocó ayer al embajador de España en Londres, Federico Trillo, para expresar su protesta por presuntas “incursiones” de barcos españoles en aguas de Gibraltar que calificó de “provocadoras”.
“Creemos que es en interés de España, de Gibraltar y del Reino Unido evitar cualquier incidente que pueda dañar las perspectivas de desarrollar una relación armoniosa y de colaboración entre Gibraltar y España”, apuntó el subsecretario de Estado para Europa del Ministerio de Exteriores, David Lidington.
Por su parte, el Ministerio español de Asuntos Exteriores ha trasladado al embajador británico, Giles Paxman, su “recíproca preocupación” por los acontecimientos registrados en aguas de la Bahía de Algeciras en los últimos días.
Exteriores ha convocado al embajador británico antes incluso de que el Gobierno británico llamara a Federico Trillo en Londres.
España ha mostrado además su preocupación por los últimos acontecimientos registrados en las aguas que rodean Gibraltar, dejando claro que los pescadores españoles seguirán faenando “en aguas españolas”.
“Va en interés de todas las partes evitar incidentes que puedan poner en riesgo la seguridad de todos los que operan en aguas territoriales británicas de Gibraltar”, agrega Lidington, que puntualiza el compromiso de proteger los intereses de los gibraltareños.
