Se llamaba Antonio García Jiménez pero muchos de los que cada día pasaban por el lugar en el que solía dormir, una banco de la céntrica Plaza de la Flores de Cádiz, no han conocido su nombre hasta su fallecimiento.
Para recordarlo y apoyar a su familia, que es del sevillano pueblo de El Coronil, varios colectivos sociales de Cádiz han organizado este viernes una concentración.
Entre ellos se encuentran la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH), Cáritas Diocesana, Calor en la Noche, el Comité Óscar Romero y Caballeros Hospitalarios.
Estas ONG quieren hacer un llamamiento a la sociedad y a los poderes públicos para hacer visible la dramática situación de personas que, como Antonio, viven en la calle acuciados por los problemas económicos, las adicciones o las enfermedades mentales.
"La calle mata", sentencia Miguel Barroso, coordinador del programa para personas sin hogar de Cáritas, y "nadie desea vivir en la calle".
Esta organización, que posee centros asistenciales, comedores y albergues repartidos por toda la provincia, hace hincapié en proporcionar a los "sin techo" terapias ocupacionales y actividades para paliar su situación.
Barroso también explica que en los dos albergues que existen en Cádiz -el municipal con veinte plazas y el de Caballeros Hospitalarios también con una veintena de camas-, es frecuente ver colgado el cartel de "no hay entradas" ya que el censo de personas sin hogar en la capital sobrepasa las 130.
Aún así insiste en que el problema de fondo no es éste, ya que "nadie podría vivir dignamente en un albergue" sino analizar y atajar las circunstancias que han llevado a estas personas a esta situación.
La incidencia de la crisis, que ha triplicado en algunas ocasiones la demanda de atención en diversas parroquias de la ciudad también se deja ver en la calle.
"Mucha gente que podíamos llamar integrados, que tenían su vida solucionada hace dos, tres o cuatro años resulta que han terminado en la calle porque han perdido su casa, porque han perdido el trabajo, porque su familia los rechaza o porque han entrado en la droga" asegura Rafael Lara, de la APDH.
Lara señala que en Cádiz, donde han sido dos ya las personas fallecidas en la calle en lo que va de año, existen muchas personas con "buena voluntad" pero denuncia que las partidas sociales están siendo recortadas y faltan "recursos materiales y humanos" y "equipos bien formados" para realizar esta labor.
"En España muere una persona en la calle cada cinco días y algunos es por muerte natural, como el caso de Antonio, pero otras muchas es a consecuencia de agresiones, hipotermias o enfermedades derivadas de su situación", explica Lara.
La APDH llama la atención sobre el hecho de que hay personas que tienen problemas mentales que están en la calle porque no hay recursos.
"Quedan en manos de las familias que muchas veces no poseen los recursos suficientes y les resulta imposible atenderlos", sostiene el miembro de APDH.
Ahora que se acerca la época más fría del año las ONG temen un repunte en el número de fallecimientos y quieren que esta convocatoria silenciosa sirva para dar voz a los que raramente la tienen.