El trabajo se ha convertido en la principal preocupación de los gaditanos y es hoy, más que nunca, una fuente de ansiedad y estrés, ya sea por estar buscando ansiosamente un empleo, o por la preocupación que genera mantener el que se tiene. Así al menos se pone de manifiesto en la II Encuesta Andaluza de Condiciones de Trabajo, elaborada por el Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.
Según el informe de los factores psicosociales de riesgos laborales que sufren los gaditanos, el 25% de los gaditanos encuestados considera que el trabajo está afectando a su salud. Y esto se debe principalmente a que con la crisis, y los despidos, los trabajadores han asumido el doble y el triple de la carga que antes tenían.
Un 19,2%, casi una quinta parte de los trabajadores de la provincia, teme perder su trabajo en los próximos seis meses. Un miedo que ha aumentado de forma notable en los últimos años, ya que en la primera Encuesta de Condiciones de Trabajo elaborada por la Junta de Andalucía en 2008, apenas un 10% de los trabajadores encuestados temía perder su puesto de trabajo.
Los desacuerdos respecto al sueldo o las posibilidades de promoción en la empresa son otras de las fuentes de conflicto. En Cádiz, un 45% cree que apenas tiene posibilidad de promocionar en su empresa, un 28% de los empleados asegura que cobra menos de lo que debería y un 11,5% de los encuestados afirma que su labor es “excesiva y se siente agobiado”. Aunque los casos de estrés laboral han aumentado considerablemente, la crisis lleva aparejado otro fenómeno que ha provocado que las bajas y el absentismo sean bastante menores.
Antes, los que padecían las consecuencias del estrés laboral se daban de baja y hoy en día prefieren no hacerlo por el riesgo de perder su trabajo. Las fuentes de estrés laboral pueden ser muy variadas. La reducción de sueldo, la reducción de jornada, los cambios organizativos, el futuro de la empresa... Cualquier ‘cambio’ relacionado con la crisis ha agravado las situaciones de ansiedad laboral, que aunque siempre ha estado presente, nunca con tanta fuerza como ahora.
Los casos más delicados suelen ser de personas mayores de 50 años, que se encuentran de golpe y porrazo en la calle, con una edad en la que la empleabilidad es muy reducida y sin facilidad para buscarse la vida en otro sitio. A pesar de estos miedos, los gaditanos saben mantener el buen clima de trabajo, de hecho, para el 75% las relaciones son “positivas”.