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La Bahía de Cádiz esconde múltiples tesoros, muchos de ellos desconocidos para el gran público. Esta semana, nos hemos acercado a la Universidad de Cádiz, concretamente a la Facultad de Ciencias del Mar para conversar con Fernando G. Brun, director del proyecto SEA -LIVE (CTM2011-24482) financiado por el extinto Ministerio de Ciencia e Innovación, actual Ministerio de Economía y Competitividad, y con Carmen Ramírez Jiménez, investigadora de este proyecto.
En este proyecto participan 24 investigadores de 5 países diferentes (España, Portugal, Holanda, Dinamarca y Australia) y se basa en el estudio científico de las fanerógamas marinas.
¿Y qué son las fanerógamas marinas?. “Antes de comentar lo que son, voy a intentar explicar lo que no son porque se intenta confundir” señala el profesor titular de Ecología “las fanerógamas no son algas, son las únicas plantas superiores que habitan en el medio marino, se confunden siempre con algas, esto se debe a que hay unas unas 8.000 especies de macroalgas a nivel mundial que viven en el medio marino y sólo hay 60 especies a nivel mundial de fanerógamas marinas, en la península ibérica hay cuatro especies de fanerógamas marinas, y en el saco interno de la Bahía de Cádiz tenemos la suerte de tener tres de las cuatro especies que habitan en la península ibérica”.
Según comentan “una persona observadora habrá notado que la mar suele amontonar restos de plantas en las orillas de nuestras playas, esos montones en la gran mayoría de los casos, solemos pensar que son algas, sin embargo, no siempre es así. A menudo la arribazón también lleva consigo hierbas marinas, es decir, plantas con flor, frutos y semillas que viven bajo el mar, donde desarrollan su ciclo de vida. Dichas plantas son las angiospermas o fanerógamas marinas y se asientan en las áreas costeras formando praderas sumergidas”.
De las 4 especies de fanerógamas marinas presentes en Europa, en la Bahía de Cádiz encontramos tres: Zostera noltii (o “pelillo”), Zostera marina (o “seba” o “seda de mar”) y Cymodocea nodosa (o “porreo”). “A su vez, el fondo de la Bahía de Cádiz está permanentemente vegentado por la macroalga enraizante Caulerpa prolifera, de ahí que se confundan algas y fanerógamas marinas” añade el profesor titular de Ecología, en el departamento de Biología de la UCA.
Las fanerógamas marinas se asientan principalmente en fondos marinos blandos, de tipo fango y arena. En la Bahía de Cádiz son especialmente abundantes en zonas protegidas como el saco interno de la Bahía, pero también pueden encontrarse en zonas más expuestas como el bajo de la Cabezuela (Puerto Real), los Corrales de Rota (Rota), el sistema rocoso del Chato (Cádiz-San Fernando) y Sancti Petri (Chiclana de la Frontera).
Brun comenta “es un pequeño tesoro que tenemos. El tener de las cuatro especies tres en la Bahía indica que la calidad ambienta que tiene esta Bahía es muy importante” añadiendo que “estas plantas marinas mantienen, cumplen diferentes funciones y servicios que el ser humano recibe de este ecosistema...es decir estas praderas de fanerógamas marinas constituyen un ecosistema de vital importancia y valía al proveer al ser humano de numerosos servicios y funciones ecosistémicas, entre ellas destacamos que reducen la probabilidad de que se produzca una pérdida de suelo tras los grandes temporales, mejoran la calidad del agua al oxigenarla y la hacen más transparentes al facilitar la sedimentación de las partículas en suspensión, actúan como sumideros de carbono reteniéndolo en el sedimento por lo que ayudan a mitigar el efecto invernadero...además son hábitat y alimento de muchas especies, concentrando una enorme biodiversidad de organismos dentro de la pradera. Muchos de estos organismos son peces, crustáceos y anélidos, algunos con gran valor comercial (almejas, coquinas, berberechos, muergos, gusana de canutillo, miñocas) en Cádiz por su relación con el marisqueo” recalcando que “las fanerógamas marinas son importantísimas y fundamentales”.
Este grupo de investigación, antes de iniciar este proyecto, llevan ya diez años trabajando haciendo el seguimiento de estas especies.“Podemos constatar que en este momento están en una situación estacionaria, es decir en el saco interno se mantienen, pero sin embargo hay otras zonas como en el río San Pedro que hace tres o cuatro años sí había estas especies y ahora han desaparecido completamente”. “Lamentablemente estas praderas submarinas sufren un declive a nivel mundial debido al intenso efecto de la presión humana sobre las áreas costeras, tanto es así que sus ecosistemas están considerados como uno de los más vulnerables del planeta” afirma.
Cymodocea nodosa, Zostera noltii y Zostera marina, forman extensas praderas en la costa gaditana lo cual avala la calidad ecológica de la que aún disfruta nuestro entorno marino más próximo.
Un pequeño gran tesoro que debemos entre todos, desde las administraciones al ciudadano de a pie, cuidarlo y darle el valor que se merece ya que a pesar de ser las “grandes desconocidas” tienen una elevada importancia ecológica y económica, y en estos tiempos que se avecinan pueden tener más valor que varios ‘tesoros’ de Nuestra Señora de las Mercedes.
Las fanerógamas podrían absorber el CO2 de todos los coches de Cádiz
La superficie total de fanerógamas Bahía de Cádiz en torno a 1.700 hectáreas. En este sentido, Fernando Brun, profesor titular de Ecología de la Universidad de Cádiz, resalta con diversos ejemplos la importancia medioambiental y el valor económico de estas plantas marinas. Así pues, señala que “si la producción total en ambas especies está en torno a 1,1 kg C al año por m2 (3,3 Kg en PS), esto nos da en torno a 19.000 toneladas de carbono (C)que son retiradas por el saco interno de la bahía (que se refiere a enterradas). Teniendo en cuenta que un coche medio produce en torno a 0,15 Kg dióxido de carbono (CO2) por cada Km (0,0409 Kg C por Km), esto nos da que las praderas de la Bahía retirarían el CO2 producido por este vehículo si circulará 470 millones de Kms, lo que equivale a ir unas 1200 veces a la luna (384.000 km), 3 veces al sol (150 millones de Kms) o dar unas 12.000 vueltas a la tierra (circunferencia de unos 40.075 km) o absorber el co2 producido por todos los vehículos de Cádiz (unos 44.000 vehículos según la Junta en 2003) si cada uno de ellos circulará 10.000 kms al año”.
En cuanto a los beneficios económicos directos e indirectos de estas praderas, apunta que “atendiendo a los datos de Constanza están en torno a 15.000 euros por hectárea (aunque son estimaciones a la baja ya que considera sólo alguna de las funciones y servicios) y por lo tanto nos daría que las praderas del saco interno aportan por año en torno a unos 25,5 millones de euros (unos 4.300 millones de pesetas al año)” señalando que “esto si no me he equivocado, equivale más o menos al 0,12 % del Producto Interior Bruto (PIB) de la provincia de Cádiz (el PIB es de unos 21.000 millones en 2010) y eso sólo teniendo en cuenta las del saco interno de la Bahía”.
¿Qué es FAMAR y qué objetivos tiene?
FAMAR ( de Fanerógamas marinas) es una iniciativa de voluntariado y educación ambiental sobre las praderas de agiospermas marinas de la Bahía de Cádiz. Este programa surge a finales del año 2006 y parte de un grupo de investigadores del Área de Ecología del Departamento de Biología de la Universidad de Cádiz.A través de FAMAR, el grupo de investigadores del Grupo EDEA (Estructura y Dinámica de Ecosistemas Acuáticos) del área de Ecología, acerca las praderas marinas y su actividad docente e investigadora a la población local en general y, a la población universitaria en particular.
Además, incentiva la participación de toda la población en la conservación de las praderas. De ahí que los objetivos de FAMAR sean promover el acercamiento entre la ciencia y sociedad, dar a conocer entre la población las fanerógamas marinas de la bahía de Cádiz e impulsar el compromiso de aquélla en su conservación, además de promocionar los valores ambientales del voluntariado, la divulgación y la educación ambiental y contribuir a la mejora de la gestión de estos ecosistemas con la aportación de datos científicos.
Todas aquellas personas que estén interesadas, universitarios o no, en participar en los diferentes talleres y actividades pueden informarse a través del correo voluntariado.famar@uca.es o través del blog
http://famar.wordpress.com/