La Regata de Grandes Veleros Magallanes-Elcano ya es historia. Ya no se escuchan sirenas en el muelle Ciudad ni se vislumbran desde lejos los mástiles de las 14 embarcaciones que el pasado jueves arribaron al puerto de la ciudad trayendo consigo la fiesta. Con la emotiva partida este domingo -a las 14:35 horas- del último navío, el majestuoso Cuauhtémoc,la Gran Regata de Cádiz 2023 ha soltado amarras, dejando estampas inolvidables y muchos recuerdos a flote. “Ojalá haya otra Regata pronto en Cádiz”, se despedía del muelle Cristina,una gaditana que había acudido para presenciar la salida de barcos como el Capitán Miranda (Uruguay), Sagres (Portugal), Dar Mlodesky (Polonia), Frederyk Chopin (Polonia) y Cuauhtémoc (México) y desearles una buena singladura de regreso a casa. Con aplausos y agitando sus manos,la joven decía adiós a la marinería mexicana perfectamente colocada en las vergas del buque escuela mientras éste realizaba, con música de fondo,las pertinentes maniobras para surcar las aguas de la Bahía. Centenares de manos, como las de ella, se elevaban en el cantil del muelle, bien para decir adiós, para aplaudir o para inmortalizar el momento con móviles y cámaras fotográficas, como hicieron las onubenses Manuela e Isabel que llegaron esta misma mañana a Cádiz con el propósito de captar con sus objetivos las últimas imágenes de este evento náutico. “Después de lo que he visto hoy, lo tengo claro: la próxima vez me quedo aquí todo el fin de semana. Me ha dado mucha pena venir y no poder visitar ningún barco, porque las colas eran larguísimas”, ha lamentado Manuela. A pesar del intenso calor, Antonio ha sido uno de los últimos en abandonar la primera fila del balcón del puerto. Cuando ya apenas se divisaban los barcos, él ha seguido apoyado en la valla contemplando el horizonte bajo la escasa sombra que le proporcionaba su gorra marinera. “Esta Regata ha sido mucho más chica que la que vivimos la última vez”, ha reflexionado en voz alta mientras recordaba el acontecimiento de gran magnitud que se organizó en 2016 y en el que participaron más de 40 veleros. “Ésta ha sido bonita pero más chica”, ha sentenciado con la mirada puesta en el mar. Una reflexión que también ha compartido Belén,aunque ha reconocido que la escasa presencia de grandes veleros no ha sido un impedimento para disfrutar a lo grande de esta edición, la sexta, “porque después de todo lo que hemos pasado con la pandemia había ganas de volver a vivir una Gran Regata en la ciudad”. “Ha sido preciosa”, se ha despedido con paso ligero para poder contemplar desde el balcón de la Alameda la denominada parada naval, que contaba con el atractivo añadido de la exhibición de la flotilla de la Armada española, de dos Harrier por el aire y de numerosas embarcaciones que, bajo el despiadado sol, quisieron sumarse a este hermoso paseo náutico. Esta singular estampa fue contemplada por centenares de personas desde los diferentes balcones de la ciudad, como la Punta San Felipe, San Carlos, el Paseo de Carlos III, Santa Bárbara o la ya mencionada Alameda. Otra dirección, hacia Granada para coger un avión rumbo a Francia, ha tomado Marine tras la partida de los barcos del muelle Ciudad. Esta joven francesa se enjugaba las lágrimas tras despedirse de uno de los tripulantes del Cuauhtémoc, a quien conoció el pasado mes de junio en la ciudad francesa de Rouen, y desde entonces se ha recorrido, junto a otras dos amigas, miles de kilómetros para encontrarse con él y otros amigos mexicanos en los puertos de A Coruña, Lisboa y ahora Cádiz. “No esperaba verme aquí”, ha sonreído antes de sumergirse de nuevo en la tristeza al verbalizar: “No sabemos cuándo nos volveremos a reencontrar”. Como tampoco sabe Cádiz si habrá -y cuándo- una próxima cita con la Gran Regata. La de 2023 ya soltó amarras. Ya es historia.