La consolidación de una de las empresas barbateñas dedicadas a la compra y venta al por mayor de pescado azul ha quedado patente en estos difíciles tiempos de crisis sanitaria. No en vano, Pescados Rosado ha mantenido su actividad, en tiempos de COVID, e incluso se ha diversificado. Considerada su labor como “esencial” durante el Estado de Alarma, la empresa ha mantenido e incluso ha aumentado su productividad, conservando puestos de trabajo y garantizando que el mejor pescado llegue desde Barbate hasta cualquier punto de la geografía española.
“La empresa Pescados Rosado fue fundada por mi abuelo en el año 1910, en el puerto pesquero de Barbate”, cuenta José Ángel Rosado, quien junto a su primo, Pepe Rosado, y tras pasar por los padres de ambos; dirigen con acierto una de las empresas más veteranas de la localidad barbateña que ya en 2008 se instaló en el Polígono Industrial El Olivar, y cuya época de máxima actividad converge con la del sector pesquero.
“Siempre nos hemos dedicado a la compra y venta al por mayor del pescado azul procedentes de las lonjas de Barbate, Sanlúcar, Algeciras, Huelva, etc.; siendo nuestros principales clientes los mercado centrales de grandes ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Sevilla, en el mercado nacional; y, en el mercado internacional, Portugal, Francia o Marruecos”, explica. Una clientela fiel, que ha pasado por tres generaciones de empresarios y que se afianza en la satisfacción de cada cliente que encuentra en Pescados Rosado profesionalidad, seriedad, eficacia, y, sobre todo, el mejor producto del mar.
Dedicado a la compra y venta de pescado azul, principalmente, boquerón, sardina y caballa; hace ahora un año, Pescados Rosado modernizó sus instalaciones con “dos túneles de congelación”, un paso al frente que ha permitido a la empresa diversificar con éxito su actividad: “Estamos satisfechos con los resultados”, explica Jose Ángel.
Además, en su búsqueda de nuevas vías de negocio, Pescados Rosado ha dado el salto a la restauración, consolidando en apenas seis meses una cartera de un centenar de clientes en distintas ciudades españolas. “Ya nos conocían de oídas, por lo que hemos sido muy bien recibidos en el sector”, afirma Rosado, quien está convencido que “cuando pase la crisis del coronavirus y la restauración vuelva a su actividad normal, ampliaremos nuestra cartera”.
José Ángel y Pepe Rosado mantienes así el legado empresarial familiar y, como buenos empresarios, pretenden llevar su proyecto más allá. “Una vez que tenemos el fresco y el congelado, estamos estudiando incluir también el elaborado. Así cerraríamos el círculo con una oferta completa en pescados”, adelantan. “Y por qué no abrir una pescadería en un futuro”, concluyen.
