El tiempo en: Barbate
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Arcos

De cuando las administraciones no cumplen sus compromisos

Los trabajadores de la clínica de Armario inician movilizaciones por la suspensión del concierto para la resonancia magnética

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Cargando el reproductor....

Los trabajadores de la clínica ‘Vida y salud’ del doctor Juan Manuel Armario emprendieron el martes una serie de movilizaciones ante lo que parece su inminente pérdida del puesto de trabajo. La clínica viene asegurando a través de su gerente desde hace meses que está abocada al cierre después de que la Junta de Andalucía no le haya renovado el servicio de resonancia magnética nuclear, lo que ha dado al traste con el proyecto empresarial de Armario. 

Así pues, los trabajadores se concentrarán cada día a las puertas de los servicios técnicos municipales entre las 13.45 y las 14.15 horas para expresar su malestar por esta situación. De hecho, el propio gerente de la clínica expresaba ante este medio que “la situación es crítica”, para recordar cómo la Junta invitó hace ya tres años a la empresa a realizar una nueva inversión para la compra de una resonancia magnética de última generación, cuyo coste rozó el millón de euros. “La empresa cumplió, invirtió y desde hace dos años se nos vienen dando largas, con reuniones que se aplazan o se suspenden”, explicaba Armario.

Sin embargo, la Junta decidió a última hora otorgar el servicio de resonancia magnética a la empresa de Pascual, cuyo hospital de Villamartín carece paradójicamente de la máquina. Esta situación provoca que los usuarios de la sanidad pública que requieran una resonancia se tengan que desplazar a Cádiz, Jerez, Sanlúcar o Chiclana con todo lo que ello comporta de molestias y gastos. “Si  hubiéramos sabido que no teníamos posibilidad de concierto sanitario, nunca hubiéramos comprado la máquina”, declaraba el empresario.

Armario admite que su empresa está en las últimas, que apenas tiene posibilidad de pagar las nóminas y que, por tanto, está abocada al cierre. “Lo estamos pasando muy mal, y aparte el desavío para la población de la Sierra. No concibo cómo no llega la solución de la forma más rápida”.

Aunque es la Junta la que tiene “la sartén por el mango”, también existen quejas por parte de la empresa hacia el Ayuntamiento porque a pesar de los contactos institucionales a día de hoy no se ha podido dar una respuesta positiva. “Hemos conocido a dos consejeros, dos delegados, a varios gerentes del SAS... y siempre se tiene que volver a estudiar el tema”, insiste Armario, que recuerda que del funcionamiento de la resonancia depende el futuro de la clínica. La empresa ha solicitado pólizas para subsistir, ya no recibe más crédito y ya no puede pagar las nóminas, por lo que la situación es “inaguantable”.

No obstante, el próximo 27 de septiembre tendría lugar una nueva reunión con el delegado territorial de Salud, pero visto el panorama ni trabajadores ni empresario confían en que se pueda alcanzar una solución.

Los trabajadores ya han expresado en un comunicado público que el posible cierre de la clínica obedece a “motivos inexplicables e incomprensibles, pues se vuelve a castigar a una población como Arcos, ya de por sí enormemente castigada, ante la pasividad de las autoridades competentes, tanto locales como provinciales y regionales”.

Estas movilizaciones se producen una vez que la Junta no se haya pronunciado, al menos oficialmente, sobre la suspensión del concierto sanitario con Armario y de los pasos infructuosos, por ahora, de la Plataforma por la Sanidad constituida hace meses.

Entre médicos, sanitarios, personal de administración y otros cargos, la plantilla de la clínica supera los 30 trabajadores que teóricamente irían al paro. “Es una de las empresas que más personal maneja en nuestra localidad. Todo surge del incumplimiento de un compromiso del SAS”, concluye el gerente de ‘Vida y salud’.

Así lo ve el alcalde
El regidor arcense, Isidoro Gambín, se ha mostrado dolido con la postura de los trabajadores de la clínica de Armario porque asegura que lleva dos años gestionando la permanencia del servicio de resonancia magnética en la ciudad. Para ello, el alcalde se ha referido a las reuniones celebradas con el anterior consejero de Salud, con la actual consejera del ramo o, en reiteradas ocasiones, con el delegado territorial de Salud. Gambín sostiene que el escollo radica en la dirección del SAS y que, por tanto, la decisión de mantener el concierto es voluntad exclusiva de la Junta de Andalucía.
Gambín ha vuelto a señalar que si se ha posicionado a favor de la renovación del concierto sanitario con la Junta es porque es positivo para los ciudadanos de Arcos de la Frontera en general, para evitarles desplazamientos y para mantener también una plantilla de trabajadores en una ciudad con una elevada tasa de paro.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN