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El jardín de Bomarzo

Una familia unida

El PSOE de Cádiz siempre fue muy familiar. Más que en el concepto que representa la entrañable escena de todos el domingo alrededor de la mesa

Publicado: 23/04/2021 ·
09:40
· Actualizado: 23/04/2021 · 21:00
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Bomarzo

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Todos están invitados a visitar el jardín de Bomarzo. Ningún lugar mejor para saber lo que se cuece en la política andaluza

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"La familia es una gran institución. Por supuesto, contando que te guste vivir en una institución". Groucho Marx.

El PSOE de Cádiz siempre fue muy familiar. Más que en el concepto que representa la entrañable escena de todos el domingo alrededor de la mesa compartiendo viandas y felices en ese otro donde diferentes familias se agrupan, se disputan espacios, pugnan por el poder orgánico y hacen, en definitiva, que esta organización política viva con intensidad y ritmo todas sus trifulcas. Está en su and, como el escorpión tiene el suyo y pica en la fábula a la tortuga. Quizás el origen de esta familiaridad fuera aquel famoso clan de Alcalá que reunió a Blanco, Pizarro y al fallecido y querido Perales y que se erigió en uno de los bastiones del socialismo andaluz y nacional y, fruto de su arraigo, florecieron frente a él otras cepas en el viñedo de un socialismo gaditano que, como la misma provincia, siempre fue muy disperso; grupos en la Janda, en el Campo de Gibraltar, en la sierra de Cádiz desde Villaluenga -desde donde el alcalde payoyo maniobra lo que puede- hasta Ubrique, campiña de Jerez, Costa Noroeste o bahía. Comarcas agrupadas en torno a liderazgos y, también, a versos sueltos, desde Paco Cabaña desde Benalup precediendo al romanismo de Rafael y de su hermano José María, alcalde de Chiclana. De aquél Alcalá quedó el pizarrismo liderado por el veterano Luis y que, salvando épocas y niveles, encuentra en su hijo Javier a su heredero natural con el apoyo de algunos, pocos ya, como la linense Gema Araujo.

La muerte de Rafael España, uno de los referentes del socialismo en el Campo de Gibraltar, dejó a aquella familia huérfana y aunque el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruix Boix, ha intentado completar ese hueco en su afán lícito de obtener un protagonismo mayor a nivel provincial y/o regional y/o nacional, el enfriamiento de sus relaciones con la presidente de Diputación Irene García le deja ahora casi en manos del pizarrismo y le aproxima, pese a que no se soportan, a un Fran González que desde su púlpito de Zona Franca pugna contra el susanismo en espera de hacerlo más tarde contra el irenismo. González fue, no hay que olvidarlo, uno de los primeros sanchistas de la provincia de Cádiz, junto a los romanes, pero no mantiene buenas relaciones ni con Boix ni con Chefy ni con Irene; paseó a Sicilia por Andalucía, no encuentra ahora acomodo en Espadas. Son relaciones difíciles entre ellos y pasa algo así como con los cuñados, mantienes una templada cordialidad, les ves en Navidad, respiras aliviado cuando se van.

Está el susanismo gaditano representado por Chiqui Jiménez Barrios y Fernando López Gil, los férreos escuderos de Susana Díaz en su deambular por este monte del Calvario donde espera no terminar siendo crucificada, además de Juan Cornejo, el medinense que también hizo carrera partiendo de sus orígenes gaditanos y que ha ostentado la secretaría de organización del partido en Andalucía estos últimos años. La cepa susanista tiene hoy día pocos racimos en la provincia porque solo la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, bebe de su fuente y lo hace a la par por las buenas relaciones que mantiene con la ex presidente de la Junta como por la sintonía que la une con López Gil, su gran valedor. En esa familia hay poco más, quizás solo algún alcalde suelto de población pequeña al estilo de Santiago Galván, de Zahara de la Sierra, que disputó en Jerez contra Mamen Sánchez antes de partir al monte, la agrupación de Medina por el arraigo de Cornejo o perfiles sueltos al estilo de Ana Carrera, diputada de Arcos enfrentada allí con el alcalde Isidoro Gambín y que ha encontrado acomodo en la tutela de un López Gil que tuiteó esta semana "yo apoyo a Susana" en conmemoración -quizás- de aquel otro histórico a Pedro de "lo lamento pero has sido muy mal secretario general...-; en este obtuvo 29 me gustas.

Jerez siempre fue punto y aparte porque al ser una de las agrupaciones más grandes de la provincia interesó tenerla divida y la gente de Jerez, me encanta, lo permitieron. De hecho era tradicional que Jiménez Barrios o López Gil controlaran algunos grupos, ya ninguno. Al frente Mamen Sánchez, que es de todos y de ninguno, que alguna vez habla con Pedro Sánchez, a menudo con Ábalos y poco o nada con Susana. La familia jerezana bastante entretenida está con los líos caseros para abundar en otros y nunca hubo especiales aspiraciones de escalar políticamente por otras latitudes, pero Mamen tiene, puede ser, una agenda en la cabeza y está pasaría por conseguir estabilidad institucional para terminar la legislatura, ganar las próximas elecciones y afrontar el que sería posiblemente su último mandato. Laura Álvarez y José Antonio Díaz son las otras dos personas fuertes del gobierno y, a saber, si dispuestas a dar un paso al frente llegada la hora. Laura no lo piensa, a Díaz le encanta Jeré.

De Sanlúcar es Irene y desde allí partió rumbo a desbancar a Cabaña cuando entonces Griñán se fijó en ella y Chiqui tuvo que aceptar la presidencia cuando contó votos y no le llegaba para ganar aquel congreso. De la Costa Noroeste lo destacado es Sanlúcar, donde Víctor es Mora y los Mora saben de política y de Sanlúcar, de hecho navega de perfil a la sanluqueña y sabe cuántos pasos hay que dar desde que la cuesta Belén empina hasta su despacho con vistas, y Rota: Javier Ruiz Arana ha hecho estilo de un perfil moderado, técnico, hombre elegido por Espadas en la provincia para estos primeros trances -el sevillano veranea en Rota, cerca del Mercadona- a través de Rafael Márquez, hijo de Felipe, gerente de la GMU en Sevilla; Arana, con Encarna Niño y Dani Manrique, se ha hecho con la localidad y no descarta escenarios mayores. En el Puerto la familia socialista anda bronca porque David de la Encina cuenta lo justo y, por ello, la parroquia está desolada porque de cura quien hace es Beardo, germancito. Elena Maya parece que se ha consolidado en Puerto Real y Cádiz sigue siendo un pollo sin cabeza. Hay mucha más gente, pero situado queda.

Congresos. Esta gran familia gaditana se debate en dos cuestiones: la primera es en apoyar a Juan Espadas y que se adelante para ya el congreso que determine el candidato para la Junta ante el temor, cada vez más cercano, de un adelanto electoral, cosa a la que se niega Susana Díaz porque si este debate no se da y la cosa se atrasa la candidata es ella. Por eso le molesta tanto el ruido en torno a las múltiples peticiones de adelanto de primarias que tanto en Cádiz como en el resto de Andalucía surgen. Por tanto, dos grupos, los susanistas, que defienden muy en silencio que no haya primarias, y el resto de cepas que quieren lo contrario y ahí están casi todos: pizarristasromanes, versos sueltos al estilo de Fran González o Ruix Boix y, de manera ampliamente mayoritaria como se ha visto esta semana por cortesía de la casa, el grupo que apoya a una Irene García a quien tanto disparo de fuego enemigo la está elevando el vuelo. Tiene chispa, parece. Suele pasar cuando se dispara y no se atina, solo caen plumas sueltas.

La otra cuestión será el congreso de Cádiz cuando llegue y que determine quién será el secretario general los próximos cuatro años y, de ello, mantenga la presidencia de Diputación en caso de que el PSOE la logre retener -que esa es otra-. Las cuentas para ese trance ya se hacen en dos grupos: los que apoyan a Irene García, hoy mayoritario, y los que no, que deberán ponerse de acuerdo en torno a un candidato o candidata o cadidate -que sea inclusivo, está de moda la memez...- siempre que Moncloa evite primarias haciendo cumplir determinado acuerdo reciente al que se pudiera haber llegado con algún ministro, ministra o menestra.

Qué bonita es la vida familiar, en resumen. ¿Que no? La familia unida es lo mejor, quererse es tan bonito, darse el amigo invisible, ver la isla de las tentaciones compartiendo palomitas y comentando esto y aquello, hacer tartas juntos... Súper chuli. 

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