El G-20 se ve las caras en Washington pero lo hace con muchas más dudas que soluciones reales a la crisis económica que asola casi todo el planeta...
El G-20 se ve las caras en Washington pero lo hace con muchas más dudas que soluciones reales a la crisis económica que asola casi todo el planeta. Los líderes mundiales van a tratar, por fin, de poner en orden el Mundo, algo que antaño han intentado a base de bombas o guerras. Pero ahora, con el dinero faltando a las familias y el trabajo escaseando es el momento de no mirarse el ombligo y velar por los intreses de los ciudadanos que son, a fin de cuenta, los que arrastran el problema hasta límites inimaginables para poder dar de comer a sus parientes. Se habla de que se aumentará las contribuciones al Fondo Monetario Internacional y ya Japón, al parecer, ha dado 78.500 millones de euros a la causa, y no parece que sea el último país rico que queda en dar esta ‘limosna’ ya que los países exportadores de petróleo podrían hacer otro favor. Pero estos grandes gobernantes, que ‘tanto saben’ y tan bien ‘gobiernan’, bien podrían mirar sus gastos internos porque, por ejemplo, gastarse millonadas en armamento no parece que sea el mejor destino del dinero lo mismo que en los sueldos que sus señorías ganan mensulamente. A ellos la crisis no les llega al bolsillo por eso es de esperar que miren por a los que sí les toca.