No son pocas las voces que se alzan en favor de la salida de Españade la moneda única mostrando esto como
una de las pocas escapatorias ante la crisis. En el otro lado de esta afirmación están los que sostienen que volver al pasado en materia económica sólo nos dejaría en una situación de debilidad y sería
un agravante más a la precaria situación.
Desde aquí vamos a mostrar las consecuencias que traería una medida de estas dimensiones:
Está claro que tener el control sobre la moneda da al Estado la posibilidad de devaluarla tanto (con unos límites) como se quiera favoreciendo las exportaciones. Es algo que se ha hecho en el pasado y
ha dado muy buenos resultados.
Es una medida que favorecería nuestras ventas en el extranjero y traería importantes inversiones al país.
Encarecimiento de las importaciones
La primera consecuencia muy negativa sería el
encarecimiento de la importación. A pesar de la teoría que sostienen muchos (bastante añejo y desfasado) de que se puede vivir con una economía nacional, en la situación global actual se antoja insostenible.
España tiene la particularidad que es compradora de carburantes lo que
encarecería mucho más las gasolinas, así como todos los servicios que hacen uso de combustibles. A esto unir la gran debilidad ante futuros movimientos del mercado.
Una moneda débil ante fluctuaciones del resto de divisas hace que pierda valor de forma desproporcionada
en momentos de inestabilidad. Se han visto situaciones desastrosas con países enteros cambiando su propia moneda por extranjera (dólares) ante las previsiones.
Debilidad al no contar con el apoyo de Europa
La situación que nos dejaría frente al resto de países de la Unión Europea es otra cuestión importante. No podemos alejarnos de un modelo que en el pasado reciente ha demostrado ser competente y nos hizo fuertes frente al dólar.
La lucha debe ser conjunta, en el momento que separemos fuerzas el más débil tiene las de perder.La situación actual no es consecuencia directa de una moneda global en Europa, es culpa de unas políticas económicas mal llevadas.
Incluso ahora en momentos de recortes en todos los países de la unión siguen cometiéndose fallos graves que dan al traste con lo pactado. Quizás uno de los problemas achacables a la U.E. fue la ampliación a países
que no estaban en condiciones de adaptarse al modelo avanzado de la unión.
Se quiso extender una fórmula que para países como España funcionó de maravilla hasta el momento en que tuvo que ponerse al frente, ahí es donde fallamos. Una de las razones de que no haya caído completamente el sistema económico es la fortaleza del Euro y lo atractivo que es para inversiones de todo el mundo, ya que
es esta posición la que genera confianza en el exterior.