25 de septiembre

Publicado: 29/09/2024
Tenemos la imperiosa necesidad de construir una sociedad inclusiva, donde exista verdaderamente igualdad de oportunidades
El artículo de esta semana será algo más intenso que los demás, y es que mi relación con la sociedad cada vez me da más quebraderos de cabeza. No sé si es porque no estamos preparad@s para la heterogeneidad o porque simplemente es más cómodo quedarnos en un círculo pequeño como zona de máximo confort.

No sé si alguna vez habéis oído o leído sobre el sentimiento de pertenencia (quizás no lo hayas hecho, pero seguro que al leer este artículo sabes a qué me refiero). Pues bien, el sentimiento de pertenencia se entiende como la necesidad innata que tenemos los seres humanos de sentirnos parte de un grupo, comunidad o entorno específico. Es decir, nos identificamos con otras personas que comparten características, intereses, valores o metas similares a los nuestros.

Sentirse como “parte de algo” (ya sea tu comunidad, tu clase del colegio, tu grupo de amig@s o tu comunidad de vecin@s) nos da seguridad y apoyo, consiguiendo fortalecer nuestra autoestima y nuestra propia autoconfianza.

“Nadie ama a su patria por ser grande, sino porque es suya”. (Séneca)

Gracias a escribir sobre el sentimiento de pertenencia, me surge la oportunidad de expresarme acerca de cuatro conceptos vitales que debemos diferenciar antes de llegar a una plena inclusión en nuestra sociedad, y por ende, a que todas las personas tengan forjado ese sentimiento de pertenencia tan necesario. Estos conceptos son los siguientes:

• Exclusión: Imaginad un círculo con muchas personas dentro, y luego, rodeando el círculo, personas fuera de él. Excluimos a toda aquella persona que no sea de nuestro círculo. Ejemplo: no quiero jugar con una persona que no tiene dinero.

• Segregación: Sigamos imaginando un círculo grande con muchas personas dentro. Un ejemplo sería la división entre blanc@s y negr@s en EE. UU., que se ha prolongado a lo largo de los siglos.

• Integración: El círculo es muy grande, con muchas personas dentro, pero en el interior de este mismo círculo se crea otro círculo más pequeño. Ejemplo: aceptar a alumn@s con discapacidad en un centro educativo, pero que solo estén en un aula especial para personas con discapacidad.

• Inclusión: Finalmente, un gran círculo con todas las personas dentro, sin discriminar entre raza, sexo, características, religión… TODOS DENTRO con IGUALDAD DE OPORTUNIDADES, y con un verdadero sentimiento de pertenencia.

Tenemos la imperiosa necesidad de construir una sociedad inclusiva, donde exista verdaderamente igualdad de oportunidades, pero ¿está nuestra sociedad preparada para ello? Y sobre todo, ¿están capacitad@s nuestr@s polític@s para crear políticas inclusivas? Quiero pensar que sí, aunque tengo serias dudas al respecto.

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