La resistencia del precio de la vivienda está estrechamente relacionada con la intensa
actividad de los inversores internacionales, que siguen teniendo a la costa andaluza en su punto de mira.
Según
datos de los Registradores de la Propiedad, entre enero y marzo estos inversores protagonizaron un total de 23.300 operaciones, lo que supone un 14,52% del total de las compras.
Británicos y rusos se posicionan en los primeros lugares del ranking de adquisiciones, seguidos de alemanes y franceses. El
objetivo de estas compras en las zonas turísticas de la costa andaluza es destinarlas para alquileres vacacionales.
El constante incremento del turismo y las posibilidades laborales continúan impulsando la demanda y los precios en esas zonas. Esto, según los expertos de la plataforma inmobiliaria Casavo, crea un contexto muy favorable para la inversión extranjera.
Estos expertos apuntan también que, junto a las zonas costeras, son cada vez más numerosos los inversores internacionales que enfocan sus proyectos inmobiliarios hacia
Madrid y Barcelona, "una combinación única de tradición y modernidad, así como una amplia gama de oportunidades comerciales y de inversión", aseguran.