Dos psicólogos forenses han señalado este jueves que B.N.N.A., la mujer acusada de encargar el asesinato de su marido en Huércal-Overa (Almería), presenta una afectación grave de sus capacidades neuropsicológicas que hace que tenga una “actitud incluso infantil” que además la hace ser “muy influenciable” por terceras personas.
Los expertos, que han realizado una pericial a petición del abogado de la procesada, Alfredo Najas de la Cruz, han explicado que además de entrevistarse con ella han realizado una serie de pruebas verbales y no verbales para determinar su cociente intelectual, que les ha permitido determinar que tiene afectadas de forma negativa todas sus capacidades.
Han asegurado que las pruebas no verbales permiten valorar este cociente intelectual con “independencia” del nivel cultural o la lengua de la persona, para que no exista un “sesgo” derivado de una “nula formación académica”.
Por ello, consideran que su inteligencia no es límite, como expuso previamente un psiquiatra forense, sino que está “bastante más afectada” y que esto también influye en diferentes aspectos de su vida, como los relativos a la reflexividad, la organización y el control de los impulsos.
Sobre esto último, el control de los impulsos, han señalado a preguntas del letrado Najas que una “situación estresante” podría tener una incidencia en el mismo.
A preguntas del abogado del pregunto sicario, D.V.G., el letrado Pedro María Lázaro, los psicólogos forenses han explicado que la memoria de la mujer también está “muy afectada”, sobre todo la de corto plazo, que es la que “permite retener información y trabajar con ella”.
Han añadido que es una persona “muy influenciable por terceras personas” y que tiene “una actitud incluso infantil”.
La calificación del fiscal, consultada por EFE, señala que la acusada B.N.A.A., convivía con su marido, la víctima, en Huércal-Overa y que el inicio de la relación "fue bueno".
Sin embargo, el Ministerio Público considera que ésta "comenzó a enfriarse" cuando la mujer comenzó a sospechar que su esposo tenía una relación sentimental con su hija.
La acusada echó del domicilio familiar a su hija y se "distanció" de ella, y en los últimos años comenzó a dormir en otra cama diferente a la de la víctima.
Así hasta que a principios de agosto el fallecido trasladó a la acusada su intención de divorciarse de ella para casarse con otra persona.
Fue entonces cuando presuntamente la mujer contactó con el segundo acusado, colombiano como ella y conocido de la familia.
De acuerdo a las tesis del fiscal, sobre las 15:00 horas del 12 de agosto de 2021, la acusada ofreció a este último mil euros para que matase a su marido, a lo que el acusado habría accedido.
Sobre las 10:00 horas del día siguiente, el acusado regresó a cobrar el encargo pero pidió más dinero, por lo que la acusada le habría pedido "más tiempo" para reunirlo.
No obstante, supuestamente le indicó que su marido iría ese día a su cortijo, algo que la mujer pudo confirmar cuando la víctima le llamó sobre las 13:00 horas y le trasladó que se encontraba solo en la finca 'Los Cabecicos'. La mujer llamó al segundo acusado para decirle que tenía "vía libre".
Poco después, según el fiscal, D.V.G. se presentó en el cortijo, llamó a la puerta y cuando la víctima le abrió, se abalanzó sobre él y le asestó "múltiples puñaladas" que le provocaron 14 heridas en el pecho, otra en un muslo, en los brazos, en una mano, en la cabeza y el cuello.
Por estos presuntos hechos, el fiscal pide 22 años de prisión para cada uno de los acusados, en concepto de autor en el caso de D.V.G. y de inductora en el de B.N.A.A.