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¿Es la psicología positiva una buena herramienta para salir de la Covid?

Prácticamente nadie supo ver que se avecinaban unos meses durísimos para la salud y la economía mundial

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  • Pruebas PCR. -

El Covid-19 ha trastocado por completo el año 2020. A pesar de que a finales de enero y principios de febrero la situación en China comenzaba a ser incontrolable, prácticamente nadie imaginaba que el virus podría aparecer en Europa y el resto del mundo con tanta intensidad.

Únicamente los organizadores del Mobile World Congress de Barcelona supieron anticiparse a esta situación, y lo hicieron más por una cuestión económica, la negativa de muchas grandes compañías tecnológicas a participar, que por cuestiones de riesgo de contagio.

Prácticamente nadie supo ver que se avecinaban unos meses durísimos para la salud y la economía mundial, y aunque no es tiempo para buscar responsables sino para salir cuanto antes de esta situación atípica, llegará el momento de adjudicar a cada cual su parte de responsabilidad, porque esa es también una cuestión que ayuda a alcanzar el equilibrio y la paz mental.

Los trastornos psicológicos como grandes olvidados de la pandemia

La crisis provocada por el Covid-19 ha vuelto a dejar arrinconada a disciplinas como la psicología. Si bien es cierto que los tratamientos psicológicos pueden ser una muy buena ayuda para sobreponerse a crisis mentales, la realidad es que cuando toca decidir en qué invertir en la economía familiar, este gasto suele ser de los primeros a los que se renuncia.

Con la vuelta al cole, a pesar de que muchas personas necesiten tratamiento psicológico para encontrar paz mental y motivación para salir de esta situación, se antojan más urgentes otro tipo de gastos, como los propios de esta actividad.

Sin embargo, ocurre que muchas actividades cotidianas del día a día o noticias que se van publicando alteran ese frágil equilibrio mental de muchas personas. La vuelta al cole nos sirve como claro ejemplo.

Los políticos de todo signo con competencias en la materia no hacen más que insistir que se va a producir una vuelta a las clases segura, pero sin embargo, las autoridades sanitarias advierten a diario del incremento de casos y los sindicatos y padres comprueban que no está habiendo contratación de nuevos profesores, reducción de ratios o aprobación de medidas clave para reducir las posibilidades de contagio.

A todas estas situaciones se añade una posición económica frágil en muchas familias, el temor a tener que seguir trabajando aún a riesgo de contagiarse del virus y la imposibilidad de encontrar auxilio en la psicología, por tratarse evidentemente de una inversión no asumible en esos casos.

No obstante, para aquellos que sí tengan una situación económica más solvente, la psicología es una herramienta de gran ayuda para afrontar con garantías el incierto futuro que nos espera en los próximos meses. Y entre las ramas de la psicología que más puede contribuir a alcanzar ese equilibrio mental aparece la psicología positiva.

La psicología positiva para promover el bienestar mental en momentos de crisis

Al igual que la psicología pasa por ser un tratamiento al que se renuncia en primer término cuando la situación económica no es solvente, también es cierto que ya ha dejado atrás, en gran medida, esa idea de que acudir al psicólogo es algo propio de quien padece enfermedades mentales.

Esta disciplina, y especialmente ramas como la psicología positiva, centran su atención en descubrir y potenciar las fortalezas que tienen las personas para afrontar sus dificultades. A través de esta herramienta es posible encontrar soluciones ante la adversidad insistiendo en pensamientos positivos, pero sin ignorar los problemas y las dificultades.

Independientemente de que nos encontremos en nuestra vida ante hechos que generan emociones negativa, y con la pandemia están ocurriendo situaciones de este tipo, la psicología positiva intenta de buscar fórmulas para compensar esas emociones. Martin Seligman, uno de los grandes teóricos de esta rama psicológica, propone que el camino para conseguir una vida plena es promover las emociones positivas para que estas sean más duraderas que las negativas, de modo que se compensen.

La psicología positiva va más allá del pensamiento positivo, pues no pretende anular las experiencias negativas, sino hacer uso de las emociones agradables para transformarlas en una posible solución a los problemas y dificultades mentales.

No existe una poción mágica para desarrollar esta capacidad, pero sí pequeñas ayudas, como el autoconocimiento emocional, el asesoramiento profesional y el cultivo progresivo de estas emociones positivas.

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