El tiempo en: Barbate

Arcos

Jueves Santo de Vera Cruz y Silencio

Miles de personas abarrotan el centro y el casco antiguo para presenciar los desfiles del día y disfrutar del ambiente primaveral

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Procesión de Vera Cruz. -

El Jueves Santo fue el gran día de siempre en las calles de Arcos, con miles de personas concentradas entre la Corredera y el casco antiguo para presenciar los dos desfiles penitenciales de la jornada. El primero de ellos mostró al Santísimo Cristo de la Vera Cruz saliendo desde su iglesia de San Juan de Dios, seguido de los pasos de San Juan Evangelista y Nuestra Señora de las Angustias. La seriedad y el rigor volvieron a marcar esta procesión en la que también participan decenas de niños pequeños. Otra estampa llamativa del desfile fue la presencia de los armaos que dirige Fernando Iglesias. La histórica cofradía estuvo acompañada un año más por la banda municipal de música Vicente Gómez Zarzuela, que redoblaría esfuerzos para hacer lo propio con la segunda de las hermandades de la tarde.

El paso de la hermandad por la calle Corredera contó este año con una nueva imagen, la proporcionada por la exposición de escudos cofrades que ha montado el Ayuntamiento en el barranco San Miguel, que ha sido un aliciente añadido a las procesiones y un motivo que ha despertado la curiosidad de propios y extraños.

Corrían las seis de la tarde, pero poco después la segunda de las hermandades del día hizo acto de presencia en el atrio parroquial de San Pedro. El Santísimo Cristo de los Remedios y Paz abrió una procesión de luto total, en la que se conmemora la muerte de Cristo en la cruz.  El acompañamiento de más de un decena de mujeres de mantilla así lo atestigua. Cerró la procesión la sagrada imagen de Nuestra Señora de los Dolores en su precioso paso. Al pasar por El Cananeo, no le faltaron las saetas, entre ellas la interpretada magistralmente por Luis Guerrero ‘Meinato’.

El recorrido al unísono de ambas hermandades dejó un impresionante reguero de gente en la calle que tuvo su prolongación en los bien ambientados bares del casco antiguo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN